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domingo, 19 de mayo de 2013

Los temibles suegros y las temibles suegras


        Se han dado cuenta que cuando inician una relación con la otra persona no solo están en la relación con él o ella.  La familia de las pololas o pololos siempre se meten en la relación.  Los hermanos agarran confianza contigo y te agarran pa’l webeo con lo que sea.  Y los suegros comienzan a agarrar mucho confianza…tanta que inicia la temporada de momentos incómodos con ellos.  Pero hay un mito mundial sobre un integrante de la familia de tu polola o pololo: Las temibles suegras.  Sí, tal como Doña Tremebunda o como el personaje de Jane Fonda en “Monster in Law”.  Esas suegras que de verdad nos dan miedo y a veces hasta nos logran matar, como la vieja bruja de “Actividad Paranormal 3”, quien efectivamente termina matando a su yerno.  Vieja de mierda.  Pero no todas las suegras son malas, hay otras que se transforman en segundas mamás y las queremos mucho.  Respeto por ellas, aunque lamentablemente son la minoría.

                Así que hoy día analizaremos sobre este mito, el temible mito de las suegras y como se parecen tanto a algunas series.  Como esas series que no soportamos pero de todas formas las vemos, cuando ver una serie deja de ser un placer y se transforma en una adicción, cosa parecida que pasa con las películas.

                Hay veces que lo único que queremos es ir a ver a esa persona especial, esperamos el día entero para tener un minutito y poder hacernos el tiempo para hablar o estar con ella.  Sin embargo hay un gran PERO que a veces nos asusta y nos llena de julepe a la hora de juntarnos con ella en su casa: Sus padres.  Si, los dos, porque en verdad no puedo ser tan malo con los suegros y quitarles el mérito de ser unas personas temibles.  Dignos “Don Cuasimodos”, de esos que no cerrarán un ojo cuando estamos con sus hijas en la pieza solos.  O cuando sacamos a la “palomita blanca” de su hija a pasear y juran que la llevaremos a una secta satánica en donde solo habrá alcohol, drogas y sexo, y nos amenazan con tenerla en la casa sana y salva muy temprano.  Lamentablemente los carretes no son siempre así.

                Pero, ¿A qué series se parecen estos dos personajes?  Lo obvio sería hablarles de Don Cuasi y Doña Treme.  O mejor aún, ¿A qué personajes se parecen?  Primero está el papá de Dexter, este suegro sí que es de temer, pero por suerte se murió.  ¿Se imaginan pololear con Debra, la hermana de Dexter?  Eso sería tener de suegro a un weón que le enseñó a matar a su hijo.  Imagina pateay a la hija del weón.  Te vay a la mierda.

                Peor aún es tener a un suegro terrorista, como Nick Broddy de “Homeland”.  Ya, está bien que quiera vengar a seres queridos.  ¿Pero transformarte en terrorista?  Igual por lo menos este suegro al final se da cuenta que las está cagando.  De todas formas prefiero tener a un suegro asesino, que a un integrante del Al Qaeda esperándome con una pistola en la casa para que le devuelva a su hija.  Si estos weones botaron las torres gemelas, imagínate que harían con tu Torre si le hacís algo a la hija.  OMG.

                Por último tenemos a las suegras metiches.  A las que les gusta hacernos sentir incómodos.  Más que amenazas de muerte, estas malvadas señoras tienen un arma secreta: Las preguntas incómodas al yerno o yerna.  Sé que no es común, pero a veces hasta se meten en nuestra vida sexual.  Por ejemplo, y conozco casos, cuando la mamá le pregunta a la polola de su hijo regalón: “¿Qué pastillas estás tomando?” “¿Quieres que te recomiende alguna?”  Oh, gosh.  Ahora se enteraron que la suegra sabe que le están dando más que besitos a su hijito.  ¿Punto a favor o punto en contra? Depende de la suegra.  O también está ese momento incómodo en la mesa cuando te invitan a comer y los viejos comienzan a hablar de sus anécdotas de fiestas.  Todo va bien hasta que agarras confianza y te lanzas una anécdota de algún carrete.  Moraleja: Los papás de nuestras pololas no quieren saber qué hacemos cuando carreteamos, mejor dejemos eso en lo oscurito, por lo menos hasta que nos casemos con su hija y así no nos pueda castrar o matar.

                La cosa es que las suegras y suegros a veces nos dan cuco.  Mirarlos a los ojos después de hacer lo que hacemos con su hija o, pa’ las minas, hijo perfecto no es tan fácil.  Pero con el tiempo nos ponemos más descarados y podemos hacerlo.  Ahora solo recemos y tengamos esperanzas de que no vayamos a tener un suegro como Mr. White en “Breaking Bad”, porque los que vemos las series sabemos que el no espera a que nos portemos mal, este viejo llega a la casa, toca tu puerta y te mata ahí mismo.  Aunque lo positivo sería meterse al negocio con él y tener las mansas manos pa’ fumarse algo rico de vez en cuando.

                Pero bueno, como ya he dicho en un par de ocasiones, no todo lo que brilla es oro, porque las hijas al fin y al cabo se transforman en sus madres, y si creemos que se pondrán mejor con el tiempo, mejor busquemos a una suegra como Jennifer Aniston o Natalie Portman.  Eso sí que sería iniciar un negocio a largo plazo. 

                De todas formas, señores suegros y señoras suegras, les queremos agradecer, son sus hijas/os los que nos hacen felices.  Y no sean tan care raja de repente, porque si sus hijas son tan buenas pa’l webeo…De alguien lo habrán heredado, ¿Oh no?   Así que terminen con lo cartucho y saquen el Joey Tribbiani que llevan dentro.  Touché.

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