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lunes, 26 de agosto de 2013

Rompiendo mitos urbanos como: EL TAMAÑO NO IMPORTA

               Hay muchos mitos urbanos que todos creemos y algunas personas hasta viven en base de ellos.  Que el tamaño no importa, que las rubias son tontas o que en el segundo semestre me pongo a dieta.  Son frases o cosas que todos hemos dicho o escuchado y nunca sabemos si creerlas o no.  Varias veces son ciertas y otras no.  Y al igual que un pobre weón acumulado después de mucho tiempo de estar con una minita, la voy a hacer corta hoy día porque estoy cansado y no se me ocurrieron muchos mitos urbanos de los que pueda hablar.

                El mito conocido por pobres diablos que no nacieron como esperaban es el siguiente: “El tamaño no importa.”  Es un mito porque aunque las mujeres a veces lo digan, es mentira.  Si una mina te lo dijo, esa mina era tu polola y te quería subir el ánimo,  y al decirte esto ella siguió hablando en su mente las siguientes cosas: “No mi amor…si el tamaño no importa, no te preocupes (Puta madre, voy a wear un tiempo más con él y después lo pateo, parece de pitufo la wea).  Una mina con la que sólo quieran webiar y ella lo quiera pasar bien nunca te va a decir eso, es más, se va a cagar de la risa en tu cara.  Están en la previa, te la estay agarrando bien, todo perfecto, pero llego el momento de jugar el partido, pantalones volando por ahí, calcetines volando por allá, colalés salpicando por ese lado y preservativos abriéndose por doquier (Esto sirve para letra de villancico de Navidad).  Pero cuando la mina se pone curiosa y echa el ojo pa’l pitufo que tienes entre las piernas, te mira y en ese momento no sabe si reír o buscar una cámara para ver si la están grabando para Punk.  Por eso contertulios diminutos, les lamento decir que el tamaño sí importa, pero no se preocupen, que pueden hacer como Austin Powers y usar esa maquinita pa’ hacer crecer al amigo.  Tiny High Five para ustedes.

                Otro mito que me enseñó mi ex, y pensaba que lo había creado ella pero más personas me lo han dicho, es que cuando estás fumando y el cigarro se pone puntiagudo, alguien está pensando en ti.  Yo soy muy supersticioso y en verdad creo en eso, por eso cuando estoy fumando y veo que mi cigarro está puntiagudo miro para los lados para ver si alguien me está observando y echándome el ojo, pero cuando miro para atrás y hay un guatón maricón sonriéndome, me asusto y boto el cigarro y lo parto pisando enojado.  Pero no hay na’ peor que creer en este mito y hacérselo saber a las personas.  Imagínense están fumando en la pega y su cigarro está puntiagudo, se ponen mamones y llaman a la mina que les gusta.  “Oye, cacha que mi cigarro está puntiagudo… ¿Estay pensando en mí?”  “¿Qué?  No te escucho que me estoy tirando a tu hermano.”  Doble FAIL para ti.  Puto cigarro puntiagudo, eres un chanta.  Sad High Five para los que le ha pasado, por eso yo nunca llamo a nadie…dijo el picado.

                Ahora para ayudar a las rubiecitas, desmentiré el mito de que las rubias son weonas.  Esto es un mito impuesto por Hollywood y sus películas de porristas, en que todas las rubias son tontas, muy tontas.  Hasta en una película una weona piensa que sus gomas leen el tiempo…weón, si me estoy joteando una mina y me dice eso tengo dos opciones, me aprovecho de su estupidez y de ella, o por el bien de mi coeficiente intelectual me alejo de ella.  Las minas ricas y rubias no son tontas, es más ahora todas esas compañeras ricas del colegio estudian medicina, ingeniería comercial o alguna wea así.  Es como si mientras fuesen más ricas, más inteligentes se hacen.  Más poto, más neuronas.  Más pechugas, más CI.  Aunque si están los casos de las huequitas que logran todo por su físico y con cuea saben sumar.  Pero ustedes, mis queridas lectoras que hacen eso, no se preocupen, son tan ricas que nadie se puede enojar con ustedes.  Y si sirve para ayudar a las rubias, conozco más minas huecas de otros colores que rubias.  High Five Inteligente para ustedes, son las Sheldon Cooper, las Dr. House o las Dexter Morgan de nuestra vida, sólo que a ustedes si me las haría…respetar.

                Por último y para terminar les diré de un mito que leí recién: “Los Teletubies fueron creados por una empresa gay para hacer a los niños homosexuales.”  Miren, la verdad no sé si será cierto, porque un gran porcentaje de los niños vieron los Teletubies, yo creo que si ya dejaste de ser niño y ya eras adolecente y aún veías las aventuras de Po y Tinki Winki, eres un poco raro.  “¿Se acuerdan cuando veíamos Dragon Ball Z?” “Si, weón, era la raja.”  Esa es una conversación normal, no está: “¿Te acuerdas cuando veíamos los Teletubies?” “Ay, si, weona…Dipsi era tan minazo.”  Gay detected.

                Bueno, eso es todo.  Antes de despedirme diré que estoy decepcionado porque pensaba que #FelizCumpleAñosTommyQuerido iba a ser TT en Twitter el sábado, y la única persona que uso ese Hashtag fui yo. 


                Saludos, pocos pero fieles lectores. 

jueves, 22 de agosto de 2013

La vieja rica de tu amigo: LA MILF

                Pa’ un weón no hay na’ peor que tener una mamá rica.  Tus amigos la tratan de MILF y sólo van a tu casa pa’ mirarla.  Para las minas igual es penca que les digan sobre la ley de la lagartija.  Es prácticamente decirles que su mamá, la mujer que les gana por unos veinte años y ya ha tenido por lo menos dos partos es mucho más rica que ustedes.  Sorry, pero hay casos que eso pasa.  Pero si la mamá de una amiga o amigo es rica, y eso ya hace incómoda a la persona, imagínense que tu suegra sea la mansa mina.  Imagínense tener a Jennifer Aniston de suegra, imagínense a tener Angelina Jolie de suegra.  Que wea más incómoda.  “Mi amor puedes ayudar a mi mamá a entrar las bolsas del súper… ¿Mi amor?... ¿Mi amor?” Cuando la suegra es rica no hay ni que esperar que pregunten eso, uno va solo.  Imaginen a la suegra: Rica, la versión mejorada y madura de la hija, una señora con experiencia, levantando bolsas, con ese sudor sexy y dándote las gracias.  Sorry, pero si me pasa algo así con una suegra mina, me dedico más tiempo en pensar como matar al suegro y que parezca accidente, a mantener una relación sana con su hija.

                O cuando te llevan en los paseos familiares y ves a tu suegra por primera vez con bikini.  Ese incómodo momento en que hay que recurrir al “ahorcado” para que pase piola la reacción que nuestro amigo del piso de abajo tiene al ver el CUERAZO de la madre de nuestra polola.  Pero eso no es lo peor, ya que si el suegro te pilla echándole el ojo a su “trofeo” todo se puede complicar.  Tienes dos opciones, o el suegro es canchero y te parte webeando, o el suegro es un celoso psicópata y te mata de una manera lenta y dolorosa con todo el estilo de torturas de “American Horror Story Temporada Dos”.

                Pero asumiendo que ver a la suegra en bikini, bronceada y mojadita entera en su bikini blanco, ya fue suficiente incómodo, imaginen cómo sería cuando nos despertamos temprano para ir al baño en el paseo familiar de la polola y nos topamos con que la suegra igual toma desayuno tempranito.  Obviamente la suegra te invitará a tomar un café con ella, ¿Y por qué no?  Un cigarrito matutino.  Te sientas e intentas no mirar sus piernas, porque obviamente, para nuestra suerte, su pijama es un vestido cortito de tela blanca.  Te habla y se ríe de lo que dices, te das cuenta que su hija es muy rica, pero ella es muy sexy.  Y ser sexy es mejor que ser rica.  Te das cuenta que pone las mismas caras que pone su hija cuando está joteándote o está caliente, juras que estás teniendo un momento con tu suegra, te acercas a ella, le das un beso, es el momento más caliente y sexy de toda tu vida, en tu mente sólo hay alegría, pero lamentablemente esos minutos de alegría para ti son sólo unos segundos y todo lo que a ti te pasa a tu suegra le pasa al revés, te pega una cachetada, se manda un grito y te terminan pateando, mandando de vuelta a tu casa más acumulado que el Kino y con los coquitos más azules que el “Blue Man Group”.

                Si lo que acabo de contar pasa no es tan malo, ya que si te preguntan por qué te patearon y respondes: “¿Te acuerdas de mi suegra? ¿La rica con las medias gomas?” “Si, weón, la cagó esa weona.  ¿Por qué?” “Me la agarré y me cacharon”  Quedas como rey po, weón.  Es como cuando se tiran a la mamá de Stiffler.  Démonos unos segundos por hacerle un tributo a ella, la MILF más reconocida del mundo.  Ella en vola no era tan, tan rica, como sería una MILF con el cuerpo de Courtney Cox, pero lo que tenía esa vieja era la mirada de calentura y la elegancia de sus movimientos.  Imaginen tirar con ella, no tienes que hacer nada, ella lo hace todo, con todos esos años de experiencia tu sólo serías su juguete sexual y ella te manejaría a su gusto.

                “Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a los años que es mejor.  Porque nótelo usted que al hacer el amor es mucho mejor con un joven que tiene alrededor de veinte.  Nótelo así de repente, que es usted la que me calienta la sopa, madre de mi polola.  Usted no necesita enseñar su figura detrás de un escote, su talento está en manejar a este joven a la hora de trece – trecear.  Señora madre de mi polola, no insista en amar a un weón de cincuenta, si con sus cuarenta y tanto encima, me deja más caliente de lo que imagina, y puede ser mi dueña en cualquier lugar.  Cómo sueño con usted, suegrita…imagínese.  Si cuando le doy besos a su hija pienso en usted.  ¿Qué es lo que tengo que hacer suegrita para ver si se enamora de este veinteañero calentón?”

                Esa es una parte de la canción “MILF de las cuatro décadas”, próximo a salir en mi primer CD.  La enseñanza es básica, tener una suegra MILF es lo peor, porque ni siquiera puedes webiar a tu polola con su mamá, y si se entera que hablas de ella con tus amigos te vas a la mierda.  Lo mejor es que tus amigos tengan viejas ricas, porque a ellos te los haces mierda.  El hecho de tener una vieja rica le da derecho a tus amigos a hablar de tu mamá como si fuese una actriz porno, ni siquiera te puedes enojar cuando te webean con las cosas que le harían a tu mamá, porque si de verdad es rica, y lo miras de un punto de vista muy enfermo y con serios problemas mentales, tu vieja es rica, y si no fuese tu vieja igual la mirarías con otros ojos.

                Pero no se preocupen, pobres mujeres que tienen una mamá rica.  Dicen que las mamás son las hijas en un par de años más, así que ustedes tienen un gran futuro.  Si preocúpense, pobres hombres de mierda que tienen una mamá rica.  Porque a ustedes se los van a hacer mierda con esa talla hasta cuando su vieja sea una anciana que no pueda caminar, porque a pesar de que ya esté echa mierda, ella siempre será la más sexy del asilo de ancianos y nadie moverá la silla de ruedas como ella lo hace.  Oh, estúpida y sensual silla de ruedas.


                High Five, viejitas ricas.  Ustedes son la porno vívida que alegra nuestros días.

martes, 13 de agosto de 2013

Mi primer TRECE - TRECE

                Como dijo Arjona: También es mi primera vez.  Ese momento que para muchos es una calentura inolvidable y para muchas es un momento que después recordarán de manera cursi como esa canción del guatemalteco.  Para decirlo de una manera coloquial: Tirar por primera vez es algo que creo muchos de mis lectores han pasado, y las siguientes aventuras de calenturas no siempre van a ser de la misma manera.  Se pierde un miedo, se agarra confianza y se aprenden técnicas, no sean flojos e improvisen.  Pero tal como tirar, está la primera película que marca a uno.  Para mí fue Forrest Gump, tanto así que sé qué mes y que año la vi por primera vez, al igual que la primera vez que hice cuchi – cuchi por ahí.  Forrest se presentó en mi vida una tarde en Estados Unidos, en el estado de Rhode Island, un mes de julio en el año 2001.  Me acuerdo porque mi papá la llevo a la casa donde estábamos viviendo mientras esperábamos llegar a la casa que arriendaríamos por un año, nos acostamos con mis hermanos en el sillón cama y comenzamos a verla. 

                La primera vez no entendía mucho, al igual como puede pasar con su trece – trece, pero estuve muy atento a lo que pasaba, para no perderme de nada.  Me gustó harto la película, de cierta manera me marcó, y los que me conocen saben lo fanático que soy de ella.  Pero después de esa película vi muchas más.  He visto películas por curado, he visto películas por despechado y he visto películas sólo porque hay minas ricas en la película y quería alegrar a mis ojos.  A veces hasta he visto películas y después nunca más las vi, simplemente porque la película era fome y no lo que esperaba…puede que no sólo hable de películas en este momento.  Pero todos lo hacemos.

                Fíjense bien también cuando bajan películas, ya que ver una película sin protección les puede pesar más adelante, puede que en el momento no se den cuenta, pero después de un tiempo cuando les debería llegar una “actualización” de anti virus en su computador y no pasa nada, le hacen un “test” al computador y se dan cuenta que tienen un virus que puede crecer aún más a lo largo de los meses, y no les queda otra que apechugar y hacerse cargo de ese virus, con horas al doctor de los computadores y todo eso.

                Por eso yo siempre veo películas de una manera responsable.  Pero como eso es una decisión de cada uno, también hay personas que les gustan las películas dobladas en español, dicen que se cansan al estar mirando para arriba y para abajo, para arriba y para abajo, para arriba y para abajo, todo el rato, que prefieren algo más cómodo, sin moverse mucho y sólo tienen que escuchar.  No les gusta mirar todo el rato a los subtítulos y después las imágenes.  Son bien flojos, de repente la película es mejor en inglés, su idioma real, y con un poco de empeño podremos aprender bien “inglés” para no tener que ver la película doblada.

                También hay personas que pagan por ver películas.  Pero películas piratas, igual que un amor pirata.  Se dan cuenta que no les da para poder ver una película sin tener que pagar y van a estos “Blockbusters”, en donde arriendan por un día o sólo un par de horas alguna película para poder pasar un buen rato.  Puede que la película sea disfrutada, pero nunca será tan satisfactorio como ver una película tranquilo en la casa. 

                Por eso siempre nos acordamos de la primera película que nos gustó.  Me acuerdo de vez en cuando de películas que lo pasé bien, y películas como “El Exorcista” que al otro día me dieron miedo y me hicieron darme cuenta que no la debería haber visto en la noche.  Pero no importa, después veo Forrest o me acuerdo de Jenny o Buba, y todo pasa.

                No fue mi primera película, pero fue la que más me marcó.  Pueden pasar muchas películas más, hasta sacar “Forrest Gump 2”, pero todos sabemos que las secuelas son malas, o sino vean “El Efecto Mariposa 2”.  Tal vez no vea Forrest Gump en mucho tiempo, y me entretenga viendo algo en HBO, pero cada vez que la veo, sabré lo que esa película provoca en mí.

                Ahora para mis lectores un poco pervertidos, les juro que sólo hablé de películas hoy día.  No sean mal pensados, y para la semana sub siguiente les tendré una sorpresa, puede que ese día vuelvan a ver una publicación mía, pero no la tendrán que leer. 

                High Five con sueño…puta que me tiene cagado la pega.


                PD: ¿Alguien más se acordó de la escena de Zoolander cuando explota la bomba de bencina hoy día?

domingo, 11 de agosto de 2013

Pedido por un lector: LAS HISTORIAS DE AMOR

                Un buen amigo me pidió que escribiera sobre algo hoy día, pero me dejó en claro que no quería que diera su nombre…pobre weón, no cacha que soy sanguchito de palta y de alguna u otra forma voy a terminar contando quien es y por qué quería que escribiera del tema, aunque me esforzaré en no hacerlo.  El tema, mis queridos lectores, es el amor, tal como dice el título.  Y este amigo mío quería que usara su situación amorosa y la transformara en una publicación.  Pero como a veces puedo pecar de weón y si uso su situación voy a dar a entender quién es, usaré más de una situación de series y películas y demostraré porque esas situaciones sólo ocurren en series y películas.

                Mi amigo no pololea con esta mina, pero tampoco puede hacerlo en un corto plazo.  No puedo dar la razón o si no se sabrá quién es.  Pero daré un conteo de situaciones ficticias y las pasaré a la vida real.  Primero mi amigo podría ser un pobre adolecente que se enamoró de una mujer lobo y una vampira, y no sabe con quién quedarse.  Segundo podría ser que mi amigo es de un estrato socioeconómico muy bajo y la otra mina es ABC1.  Tercero podría ser que mi amigo está muy lejos de su “pretendiente” y juraron poder mantener una relación, pero, ¿Pa’ que vamos con weas?  Pololeo de lejos es pololeo de pendejos.  Cuarto puede que ser que la mina de mi amigo se murió y ahora le dejo muchas cartas para que el lea, con pasajes incluidos para viajar al lugar donde se conocieron.  Quinto y último, es que mi amigo se tiene que ir a la guerra y su mina se queda en Chile esperándolo, sin saber cuándo el volverá.

                Si no se dieron cuenta todas esas situaciones son de películas de amor conocidas.  Crepúsculo, Diario de una pasión, Amor a distancia, PD: Te amo, Querido John.  Todas esas películas les han sacado suspiros a las hembras, y juran que algún día ellas podrán vivir algo parecido.  Pero les contaré porque lo que pasa en la pantalla chica rara vez ocurre en la vida real, digo rara vez porque todos alguna vez tenemos esa historia de amor que juramos que si la escribimos sería el guión perfecto.

                En Crepúsculo está esta weona, que es tonta, fome, blanca y sólo tiene unas caras súper calientes.  La weona llama la atención del “chico lindo” de la película, el chico que nunca ha pescado a nadie, pero por alguna razón ahora la pesca a ella.  Primer acto ficticio que no ocurre en la vida real.  Cuando llega una weona rara a un colegio, el weón “popular” o como sea, nunca la pesca, es más se burla de ella a sus espaldas, y si en Chile fuese un vampiro y pasara eso el weón la mataría con todo el estilo de Drácula y no de vampiro maricón enamorado, como está tan de moda ahora.  Pero bueno, la historia no termina ahí, porque también se enamora del indígena que es un hombre lobo.  Un weón con pinta, y si conocemos a las mujeres lobas vemos que tienen su buen físico.  ¿Cómo mierda se enamorarían dos personas con buena pinta y con varias minas a su alcance de la weona más rara del mundo?  Es como que Jennifer Aniston (Quien se casa este fin de semana…maraca de mierda, te odio) y Natalie Portman, se enamorarán de mí y yo no sabría con cual quedarme.  Weón, eso sólo pasa en las películas, en la vida real agarro a las dos weonas ricas y High Five 1313 para ellas.  Pero este no es el caso de mi amigo.

                En Diario de una pasión, al igual que en Titanic, un hombre con poco dinero y de una familia muy humilde, se enamora de la weona rica y millonaria.  Esta weona tiene todo para casarse y ser feliz con un weón con mucha plata, que igual la quiere.  No tiene por qué trabajar nunca más y se asegura su futuro, muy parecido a lo que hizo la polola de Messi al quedar preñada de él.  Pero hoy en día en Chile lamentablemente las minas con hartas lucas y plata son bien huequitas, y si aparece un weón con prácticamente nada en su bolsillo y que habla diferente, lo manda a la mierda.  Como en la película cuando el personaje principal dice: “Puedo ser lo que tú quieras.  Sólo dime lo que quieres y lo seré por ti.”  Ella responde: “Eres un tonto.” Y el responde: “Lo podría ser.”  En la vida real si esto pasara entre una mujer de Estrato Socioeconómico ABC1 y un hombre D, la respuesta sería la siguiente: “Eres un flaite.”  Y el respondería: “¿Pero pa’ que tan pesa, po, sapa cu...?”  Por lo que también les digo que este tampoco es el caso de mi amigo.

                Después tenemos Amor a distancia.  Miren, acá seré bien directo y honesto, yo pololié a distancia mucho tiempo y no me arrepiento.  Pero es una mala decisión si lo quieren hacer.  Quererse y amarse y todas esas weas raras a distancia es súper fácil, pero después ver que no se puede convivir por culpa de uno u otro, o los dos, viéndose todos los días, es complicado.  Si van a pololear que sea con una persona que viva dentro de su ciudad, o por lo menos la región.  En la película de Amor a Distancia los personajes primero pasan casi dos meses juntos en NY, pero después ella tiene que volver a San Francisco, y ahí queda la cagada.  Pasajes caros, carretes perdidos por hablar con la mina, echar de menos a alguien (Para mí lo peor) y todo eso para sufrir y sufrir, esperando que algún día puedan vivir cerca, y cuando ocurre eso, pasan cuatro meses y terminan la relación.  Por lo menos en la película estos weones terminan porque se dan cuenta que no es sano, y tienen que pasar varios meses para que el weón se vaya a vivir cerca de la mina, y por eso lo intentan de nuevo.  Esto es más realista, es más cuando pololeaba a distancia esta película me encantaba y lleve a mi Ex a verla al cine.  Es algo que puede pasar, pero tampoco es lo que le pasa a mi amigo.  Porque hablando enserio somos pocos los que pudimos mantener una relación a distancia sin nunca cagarnos a la polola o pololo, en el caso de las hembras.  High Five honesto a nosotros que de verdad estuvimos “enamorados”.

                Después viene PD: Te amo.  Con esta la haré corta…si yo cacho que me voy a morir no me pongo a escribir cartas como weón pa’ que mi mina viaje y conozca weones al poco tiempo de que me fui al patio de los callados.  Disfruto a mi mina y la dejo tener un luto normal.  El weón de la película igual se las jugó porque la hizo de oro, el weón es un sensei, pero nunca nadie podrá hacer lo que él hizo, es imposible.  Yo dejaría con cuea una carta de despedida pa’ mi mina, y al final le pondría una cosa como PD: Se le acabaron las pilas al control remoto.  Nadie puede ser tan romántico como el weón de la película y no tener un problema., así que hay algo raro ahí.

                Y por último con Querido John.  El weón se va a la guerra, ella lo espera, terminan, vuelven, terminan y vuelven, y todo eso pasa muchas veces como buena película gringa.  Pero la última vez que terminan no se ven en mucho tiempo, hasta que se encuentran en una situación que nadie esperaba.  La verdad si eso se llevara a la vida real la historia sería muy corta.  John va a la guerra, le dice a la mina que volverá, ella lo esperará….Acto seguido: John muere.  En las películas no más se salvan esos weones, en la vida real el weón se muere.  Así que tampoco podría ser eso lo que le ocurre a mi amigo, o si no estaría muerto, y en vez de escribir sobre historias de amor, estaría escribiendo de los funerales y por qué me ponen incómodo…algún día les contaré, pero es el hecho de que todos estemos atentos a un weón muerto, no me puede hacer sentir cómodo.

                Saludos a mis lectores que aún esperan su historia de amor.  Salud a mis lectores que aún están tristes por una historia de amor.  Éxito a mis amigos y lectores que inician su último semestre como estudiantes mañana.  Y un gran High Five para mí porque por fin volví a jugar Handball como lo hacía cuando chico.
      
                  PD: Al igual que mi amigo y otros lectores, los invito a darme ideas por Twitter o acá abajo en los comentarios.
   
                  PD2: A las 9 dan True Blood

                

jueves, 8 de agosto de 2013

Los FETICHES SEXUALES DE TODO TIPO

                En los gustos no hay nada escrito, de eso ya hemos hablado.  Pero hoy día hablaremos de unos “gustos” en particular, unos que todos tenemos, aunque a veces no lo queramos admitir.  Hoy día voy a invitarlo a leer sobre los FETICHES SEXUALES.  Esas ganas de hacer algo raro o diferente cuando entra en acción todo el trece – trece.  A mí me gusta darme un High Five cuando el trabajo está hecho, como también hay gente que puede que le guste hacer High Fives a medida que va cuchi – cuchiando.  Cada loco con su tema.

                Ross tenía su fetiche de ver a Rachel vestida de una de los personajes de “La Guerra de las Galaxias” y Chandler se imaginaba a su mamá.  Homero siempre le hace un baile previo a Marge y Charlie Harper…bueno, Charlie Harper tenía muchos.  Pero entre los fetiches más conocidos y vistos en las películas y series, y también en la vida real, es el de: “Say my name”.  Hay gente que de verdad le gusta que le griten el nombre cuando están en plena.  Igual es raro, es como excitarse al ver tu carné con el nombre.  Imagínense cuando están pasando lista en la U o en el colegio y el profesor dice: “Margarita González…Margarita, responde…Margarita González, ¿Estás? Margarita.”  Puta si Margarita tiene ese fetiche la weona ya tuve un orgasmo múltiple en clases de tanto escuchar su nombre.  O si conoce a otra Margarita, y se presentan: “¿Cómo te llamas?” “Margarita, ¿Y tú?” “Margarita”  Acto seguido: Orgasmo múltiple.  O cuando te llaman al teléfono y te dicen: “Tommy, Tommy, Tommy, ¿Estás?... “Tommy, contesta.  Tommy, ¿Estás?”  Puta, ahí el Tommy (Otro Tommy, no yo, no me webén)  No responde porque tanto escuchar su nombre el weón ya está en el suelo de lo excitado.

                También están los weones que les gusta actuar.  Crean personajes y una historia previa antes de darle y darle.  ¿De dónde mierda nació el tema de la profe sexy?  Yo rara vez tuve una profe mina, casi siempre eran malas.  Por eso igual saber que tu profe, esa weona que te pone malas notas, te da tareas, te hace estudiar y te caga el fin de semana, te excite po, weón.  O el policía sexy, puta hoy en día a todos los pacos los odian y los apedréan, pero es el sueño de cuantas minas tirar con un weón  vestido de paco, ¿Quién las entiende?  Esas weonas van a las marchas y ver tanto carabinero en las calles se vuelven locas.  Pero el disfraz que si entiendo es el de la porrita, a diferencia al de la colegiala.  Weones pedófilos, po weón.  Si un weón les pide a ustedes, mis fieles lectoras, que se vistan con uniforme de colegio pa’ tirar, llamen a la PDI, ese weón no tiene un fetiche, tiene un problema, un serio problema.  Como también sería un problema si a una mina o un weón le gustaría hablar como pendejos, porque hay gente que le gusta, yo lo encuentro tierno, no caliente, ¿Cómo mierda te calientas así?  Imagínense a mí, yo hablaba con voz aguda y la S la pronunciaba como “SH” y me gustaban los “animalitosh”.  Si una mina me dice: “Ya, Tommy.  Háblame como guagua.” Sería la wea más mata pasiones que existe.  “Tiremosh en mi cama con shabanitash de animalitosh.”  “Oooh, me estás matando, sigue, sigue.”  “Eeeeh…tiremosh felishes penshando en todosh losh animalitosh que existen…”  Puta, no sé, sería raro, nunca me ha tocado, pero puta, en vola hay gente que le gusta esa onda…freaks.

                Antes de escribir esta publicación hice una pequeña investigación de los fetiches más populares, y me encontré con cada wea.  Hay minas que les excitan las máquinas, el olor a bencina y el ruido del motor, eso se llama: Mecanofilia.  Imagínense esa wea, las weonas se excitan viendo “Terminator”.  O estas weonas solo van al Rally Dakar a escuchar el ruido, y si ven una vez una mina pa’ la cagá, tirada en el suelo tocándose como loca en una carrera de autos…descarguen un sonido de motor en su celular y vayan a joteársela, ahí la dejan loca.  Pero si piensan que esa wea ya es rara, imagínense cuál fue mi reacción cuando vi que hay gente que le gusta que los meen encima.  Eso es llamado la “Lluvia Dorada”.  Weón, que asco.  Estay en plena y la weona se para, se pone en posición fetal y te parte meando.  Weón, ¿Qué chucha?  O sea esta weona si ve un elefante meando se pone abajo del weón y se parte bañando con la wea.  Una tina sexy pa’ ella es una tina llena de meado.  “Mi amor, anda a mear el Jacuzzi mientras me saco la ropa.” Gente rara, weón…pero bueno, si a tanta gente le gusta, habrá que tratar… ¿O no?... ¿No?  Ya, pico.

                Pero cuando ya se van al chancho, y esto de verdad ocurre, si no me creen búsquenlo en Google, es cuando los weones o weonas se excitan con diferente religiones.  Esos weones que van a misa con una mentalidad diferente que las personas normales.  Para ellos ver la “Pasión de Cristo” es como ver una porno.  Weones que van a un convento de monjas y salen más calientes que la puta…nadie puede, po weón.  Está bien que no todos seamos creyentes, pero excitarse con eso.  Pa’ estas personas leer la Biblia es como leer “Las Sombras de Grey”.  Raros, raros, everywhere. 

                Pero entre todas esas, la que NICAGANDO haría, sería la de los weones que se excitan con insectos arrastrándose en sus genitales.  Esto se llama Formicofilia.  Weón, me voy a la mierda si una mina me dice: “¿Tratemos algo nuevo?” “Ya” “Ya, cierra los ojos.”  Y los abro y aparece una araña de rincón en mis weas.  Puta no me excitaría, yo pegaría un grito de mina y salgo corriendo.  Weón, ¿Cómo te puede excitar eso?  Ni a Peter Parker, po weón.  Prefiero quedar como mamón, maricón, poco aperrado, a dejar que una mina me ponga bichos en mis weas.

                Pero bueno, esos son diferentes gustos.  Todos tenemos un fetiche oculto, de algo que queremos hacer o queremos que nos hagan.  Mientras no sea tirar bañados en caca, yo estoy abierto a muchas cosas, pero cosas normales.

                Saludos a mis lectores que les gusta tirar bañados en pipí, y aprovecho de decirles que un psiquiatra nunca es mala opción. 

                High Five a ustedes que me leen, y si llegan a tener un fetiche sexual que les guste leerme mientras están en plena, no se preocupen, es muy normal.


                Chao.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Aprovechando el LAAAAARGO descanso de almuerzo: DECISIONES WEONAS

                          Hay decisiones que son las mejores que podríamos haber tomado.  Eso pasa cuando elegimos la carrera que de verdad nos gusta para estudiar, a la hora de elegir amigos o saber que Pisco comprar para que no nos de caña.  Pero también hay decisiones muy weonas que tomamos en el momento y después nos damos cuenta que nos aweonamos.  Decisiones como la de Jack al apostar un boleto de Titanic y ganar…podría haber apostado mucho dinero o un auto, pero no, este weoncito quería viajar en un crucero.  Homero es un crack mostrándonos que decisiones debemos tomar.  Como en la película cuando bota toda esa basura al lago, o cuando gasta todo el dinero que tenía para navidad en un reloj que le da la hora de todo el mundo.  Ese tipo de decisiones que más adelante sabemos que nos van a perjudicar, pero en el momento nuestras ingenuas mentes juran que estamos haciendo lo correcto.

                “Ya, cabros.  Cántenme un farol.”  Gran frase entre los jóvenes chilenos, el problema es que la cantamos cuando ya nos hemos tomado la mitad de la botella.  En el momento tomarnos ese farol es lo más entretenido que podemos hacer, pero una vez que el farol ya comenzó a alumbrar y el suelo comienza a temblar, nos damos cuenta que la decisión que tomamos no fue de las mejores.  Acto seguido a esa decisión es cuando salimos a bailar y vamos directo donde la fea del carrete, en el momento agarrar con ella no es tan malo, ya que estamos curados y juramos que esa es la excusa perfecta, además con todas las piscolas que tomamos la weona no es tan fea.  El problema es que al otro día nos acordamos de todo, y peor aún es que nuestros amigos se acuerden de todo.  Ya en el peor de los casos es que en el carrete no faltaba el típico weón que saca las fotos, y porque este weón nos sacó la foto en el momento que “atacamos” a la “trauca”, nuestra reputación y dignidad se va más rápido que el hielo en los carretes.

                Decisiones weonas como esas son típicas en películas.  Estamos en un pueblo con muchas personas, pero hay un asesino, el asesino entra en nuestra casa.  Para el guionista sólo hay dos opciones para continuar esta escena.  Primera opción: La víctima sube al ático que no tiene salida alguna y están todas las luces malas.  Segunda opción: La víctima elige el camino más largo hacia el pueblo, el camino que está en un bosque oscuro lleno de peligros.  Creo que por ver tantas películas y series en que pasa esto cuando a alguno de nosotros le ocurra haremos lo mismo.  “Oh no, el asesino entro a mi casa, mejor iré al sótano sin ventanas para ocultarme.  Es el mejor lugar, a pesar de que la puerta no tiene pestillo y está lleno de armas.”

                También puede ocurrir, si nos ponemos más mamones, el hecho de comenzar a pololear o andar con alguien simplemente porque no nos pescó la otra persona.  A eso lo llamamos “sacar un clavo con otro.”  Puede funcionar y que nos termine gustando la otra persona tanto como nos gustaba la “opción número uno”, pero también puede que las caguemos y nos condoriemos, dejemos embarazada a la “opción dos” y terminemos pasando toda nuestra vida con esa persona, engordando, tirando una vez cada muchos meses, dándonos cuenta que la weona es un desastre, y viendo como “opción uno” tiene una vida perfecta sólo porque no se apuró como nosotros.  Por eso, amadas lectoras, espérenme que pronto estaré cerca de ustedes.  Jennifer Aniston no me supo esperar  y ahora la weona se va a casar.  Mal viaje para Jennifer, algún día se arrepentirá.

                Otras malas decisiones es cuando elegimos con quien trabajar en la U.  Es el típico mal del estudiante chileno que elige trabajar con los amigos, buenos pa’ las tallas y pa’l carrete.  Pero después de unos cuantos trabajos, cuando nos damos cuenta que el weón nunca sale de ese “modo webeo” y se transforma en nuestra mochila, nos damos cuenta del condorito que nos mandamos al elegir trabajar con ellos y no con el weón fome que se saca puros sietes. 

                “Decisiones pencas como…” Sería un buen tema pa’ la cultura chupística.  Y entre ellas estaría: “No jugar Cultura Chupística después de haber tomado tres faroles seguidos.”  Pero con copete TODAS las decisiones son buenas.  “Estoy súper curado, no encuentro el condón.”  “No te preocupes, no creo que pase nada…vos dale no más.”  Acto seguido: “Desconocido uno” con “Desconocida dos” tienen un hijito gracias al trece – trece sin cuidado que tuvieron una noche.  “¿Por qué mierda no te diste cuenta que el condón estaba en tu bolsillo?”  “Puta, es que estaba curado.”  ESA RESPUESTA.  Esa puta respuesta es la típica en las malas decisiones. 

                Las malas decisiones nos pueden cagar por poco o mucho tiempo, la wea es que nos cagan.  Comenzar a fumar es una mala decisión, pero muchos, me incluyo, la tomamos, y ahora ya de “viejos” cuesta un mundo dejar el cigarro.  El afán de sacar fotos en los carretes y subirlas a Facebook también es una mala decisión, y a pesar de que muchas veces nos damos cuenta, siempre las seguimos sacando.  O sino pregúntenle a la Bachellet como tomar buenas decisiones, ya que ella después del terremoto nos dio clases de eso.  “No se preocupes, está todo bien.  Si tienen miedo o sus casas se están inundando sólo miren fotos mías con bata blanca, eso tranquiliza a cualquiera en Chile.”  Guatona de…

                Mejor no nos apuremos en tomar una decisión.  Mejor pensemos bien las cosas, a menos que sea esta: “Leo o no leo el blog del Tommy.”  Ahí no lo piensen dos veces. 

                Una decisión apurada es una decisión mala, sea como sea.  Alguien que no es paciente y no espera sólo por caliente, por curado o por cualquier razón, después mirará atrás y se dará cuenta de que todo podría haber sido mejor.

                Si no me creen, pregúntenle a Zamorano cómo se siente después de haber firmado el contrato con el Tran Santiago.  Mal ahí, Bam – Bam.

                Saludos, aún desde el culo del mundo.  Y si se preguntan porque estoy escribiendo tan seguido, la respuesta es que acá en el “suré” la gente se toma su buen rato pa’ almorzar y descansar y yo me aburro.

                Adiosh.

martes, 6 de agosto de 2013

Escrito desde PORVENIR, TIERRA DEL FUEGO: LOS POLOLOS!

                Ya no estoy en Punta Arenas, ahora estoy en un lugar AUN más frío que esa ciudad.  Estoy en Porvenir, Tierra del Fuego.  Vine a trabajar acá hasta el jueves y aprovechando que aún estoy en “recreo” de almuerzo aprovecho de escribir sobre algo que vi en el Ferry que me trajo a mi compañero y a mí hasta este frío lugar.  Ya hablé hace un tiempo de los jotes y de los tímidos, de los amigos que se tienen ganas y los calientes, pero nunca he hablado de los pololos y pololas, de las dos personas que SI se gustan y se jotéan mutuamente.  De esa pareja que tiene la típica conversación del: “No, cuelga tu primero.”  Cuando no solo el hombre se pone mamón y acepta los sobrenombres puestos por su pareja (Osito, gordito, amorcito y muchas palabras normales que ahora terminan en “Ito”), sino que la mujer se pone dominante o al mismo tiempo igual de mamona que su pololo.  Deja de ser la buena pa’l carrete que baila con media Disco y se pone cartucha, y cada vez que sale con su pololo y ven a alguien “pasándolo bien” en un ambiente nocturno lo miran con desprecio.  “Ay, que rota, ¿Cómo se puede agarrar a tantos weones?” “Si…qué rota…” Piensa el dominado, mientras la polola por dentro piensa: “Puta que se pasaba bien antes.”  No sean cartuchas, porque si es así, aunque estén felices con sus parejas, ser libres les daba más libertades…gran pensador.

                ¿Por qué se me ocurrió escribir de esto?  Porque en el Ferry venía una pareja como esta, el hombre tenía puesta una cartera y la mujer un polerón de hombre.  Ese es el síntoma más conocido.  El hombre ya pierde la vergüenza por llevar artículos femeninos.  Cuando salimos con nuestra mamá y nos pide que le llevemos sus bolsas de mina la mandamos a la cresta.  Sin embargo cuando estamos con nuestras “pololas” le llevamos la cartera, su mochila de “Hello Kitty” y hasta no nos molesta que nos ponga su bufanda rosada alrededor del cuello.  Por otro lado la “polola” deja de pensar en verse bien y se comienza a vestir con ropa del “pololo”.  Ya pasó la época en que elegía la mejor ropa para salir, ahora ya tiene a alguien con quien hacer trece – trece, por lo que vestirse con sus polerones grandes es más atractivo que ese estúpido y sensual escote que usaban en antaño.  Igual puta que es sexy una mina que solo está usando una polera de hombre…damn. 

                Pero también el hecho de que los dos se “controlen” entre ellos los lleva a ver el mundo con otros ojos.  Cuando ya estás muy dentro de esta relación, a tus amigos les da paja juntarte contigo.  “Weón, ¿Viste la media mina?”  “Ah, no sorry, estaba mirando pa’ otro lado.”  Típica frase del pololo, pero cuando uno está soltero la cosa cambia.  “Weón, ¿Cachaste a esa mina?”  Y aunque estemos mirando a una dirección completamente contraria, nuestro cuello se llena de velocidad y fuerza y nos volteamos para ver a esa weona lo más descaradamente posible.  El animal cuando está en cautiverio es no tan hostil que cuando está libre, y al fin y al cabo el hombre y la mujer son animales, la  diferencia que después de tirar nosotros nos ponemos ropa.

                La mujer cuando pololea eso si a veces no pierde una cosa: lo calienta sopa.  Pero cuando lo hace es filete.  A veces la polola debe salir del ambiente del “pololeo” e ir a bailar sola con sus amigas.  Cuando ocurre esto la hembra a veces danza con otros machos en celos, y cuando lo hace de manera hot y sexy, para decir después de cinco canciones que está pololeando, significa que la maraca aún desea volver a los tiempos antiguos del maraqueo, pero cuando dice que no de una, aunque nosotros los hombres pensemos: “¿Por qué está maraca no quiere bailar conmigo si me puse mi ropa mina hoy día?”  En verdad es porque ella sólo le gusta bailar con su pololo, y si sale a bailar con sus amigas es porque tiene tendencias lesbianas o solamente se quiere divertir.  (De eso hablaré la próxima vez… ¿Por qué mierda las minas sólo bailan entre ustedes?  Bitch.) 

                Penny se tranquilizó al salir con Leonard y lo mismo le pasó a Rachel con Ross.  A todos nos pasa en algún momento, a veces el macabeo tiene como excusa que la polola igual es macabea.  Y ahí es cuando ellos se pierden en su mundo Bilz y Pap y se empiezan a mimetizar.  Los pololos que llevan mucho tiempo  se mimetizan tanto que llegan a parecer parientes, hasta hermanos… y si no los conocen bien y los ves agarrar piensas que son unos pervertidos.

                Eso de mimetizarse es muy cierto.  La mina se quiere meter en el mundo del weón, por ende lo acompaña al fútbol.  Esa es una buena hembra.  El hombre quiere verse tierno, así que la acompaña de compras.  Ese es un macabeo de mierda.  Pero sea como sea, tanto hombre como mujer al pololear se pierden y se transforman en otros.  Y a veces es tanto lo “perdido” que están, que llegan hasta a casarse, como lo va a hacer mi hermana así que un saludo pa’ ella y mi cuñado, no están perdidos, sólo estoy weando…or not?

                Bueno, eso.  Saludos con mucho frío desde este pequeño pueblo del sur llamado Porvenir.  Si es que no me leen en un par de días es porque me atacó un Lobo de Mar, o ese pingüino que vi cuando me bajé del Ferry me violó y enterró por algún lugar.


                Chao pescao.

sábado, 3 de agosto de 2013

Otra vez bajo el efecto del PISCO: LAS DESPEDIDAS y LOS FINALES

                La tónica de este semestre en el blog será escribir después de los carretes, así me inspiro más fácil y el copete ayuda un poco a mejorar la creatividad.  Otra vez repito que lo que escribiré ahora lo mejoraré al otro día, porque es pa’l pico como las letras se parten moviendo cuando uno está un poco “cocido”…sólo un poco. 

                Lo que hablaré hoy día tiene que ver con algo que estoy viviendo, y que muchas personas le pueden ver el lado mamón, pero yo no lo hago.  De las despedidas, de los finales de las series, no de las temporadas, sino que de toda la serie.  Del final de la película, de cuando Spartacus muere y Jack se queda en la isla.  Cuando Ross y Rachel por fin terminan juntos o cuando Frodo termina destruyendo el anillo.  Finales nos hacen llorar y ponernos mamones como los weones de los despechados.  Pero el mejor método pa’ superar toda esa “pena” es el que estoy usando yo ahora los fines de semana: El copete.  A falta de series y películas, se toma y se brinda por las que se han acabado, a falta de amigos, se hacen nuevos y se toma por los antiguos.  A falta de minas, se mete la mano al bolsillo y buscamos una putita.  Pero llorar nunca, ese momento en que los ojos del macho alfa se ponen a sudar y la humedad comienza a dominar la pupila debe descartarse.  No hay razón pa’ llorar en una despedida, nunca son pa’ siempre, y si lo son, mala cuea, vendrán tiempos mejores, le dijo un amigo de Jack cuando se despidió de él antes de subir al Titanic.

                Un final es feliz como los Happy Ending con una mina sólo si nosotros queremos que lo sea.  Al venirme al culo del mundo, y de verdad no cachar NADA de cómo viven los chumangos, me tuve que despedir de varios amigos y amigas y comenzar de cero.  Ahora gano platita y el copete es más barato, así que tan malo no fue.  Pero debo admitir que en un momento me sentí como Homero cuando le ponen Ley Seca en Springfield y comencé a echar un poco de menos a la Cerveza, siendo la cerveza mi vida en Viña.  Pero como dijo Arnold en “Terminator”: I’ll be back.  Y volveré hablando como chumango, porque las despedidas no solo conllevan a echar de menos a personas, también requieren de un cambio, y acá en Punta Arenas todo es diferente.  Uno no se cura, queda como mazo…si, mazo.  No entiendo el afán de cambiar el dicho: Quedemos hecho pene, por el dicho: Quedemos hecho mazo.  ¿De dónde mierda sacaron eso?  Uno de los misterios de esta fría ciudad.  También la otra vez un weón me dijo: Maceta.  Si tengo algún lector que viva acá por favor dígame que significa eso, no lo logro entender.  Y por favor también díganme porque acá los “Pres” parten tan tarde.  Yo estoy acostumbrado a partir tomando a las 10, no a las 12… ¿Qué mierda les pasa?  Una cosa es despedirme de mis amigos e irme a otro lugar, otra es viajar a la Zona Desconocida y no cachar NADA.  Ojalá este final sea bueno.

                Acá los pezones se erectan más fácilmente y los cocos se encogen más rápidamente.  El frío es pa’l pico.  Así que tuve que despedirme de mis preciados carretes y amigos viñamarinos y ahora me toca conocer otro estilo de vida.  ¿Quién sabe?  Puede que me termine gustando y alguna de mis futuras publicaciones sea: “¿Por qué quedamos como Mazo?”…¿Qué mierda se les ocurrió con inventar ese dicho?

                El final de nuestra serie o película favorita nos puede dejar de varias formas.  Spartacus hizo que mis ojos sudaran y Forrest Gump también, pero Los Simpsons me hizo reír.  Ya me despedí de mis amigos de Viña y con ninguno me sudaron los ojos, porque, sí, soy mamón, muy mamón, pero prefiero hacer despedidas cortas pa’ que no se note tanto, y en vez de que me recuerden como Gerry de “PD: TE AMO”, prefiero que me recuerden como Gokú Super Sayayín fase cuatro, macho recio, con six pack y un corte de pelo la zorra.

                Por lo menos soy feliz porque de los amigos y amigas que me despedí se con cuales nunca perderé contacto, y sé que con muchos aún queda mucho en esa serie que se llama: Amistad.  Y si algún maricón como Judas después me niega porque comienzo a hablar como chumango, seré maduro y simplemente lo eliminaré de Facebook, dejaré de seguir en Twitter y le tiraré encima a mi Puddle Negro: LUKAS ARTURO.

                No siempre dedico publicaciones, y cuando lo hago es porque lo amerita, ahora lo hace y se a quienes les llega este mensaje.  De vez en cuando mis publicaciones me sirven solo pa’ decir algo que puede que no quiera decir en otra parte, y no los hago reír.  Es una espada de doble filo porque se pueden aburrir, pero sé que mis fieles lectores lo leerán igual y así me podrán conocer un poco mejor.  Verán que no solo soy una cara bonita que escribe bien y tiene pinta de modelo alemán, también soy un joven que recién entra al mundo laboral, sordo de una oreja, tímido hasta la tercera piscola, más desubicado que Chandler Bing, fanático de las series y películas, cantante frustrado y amante de un buen Capel.

                Saludos a mis lectores, siempre fieles y siempre con un poco de tiempo pa’ leerme.

                Saludos a mis buenos amigos y amigas, a los que se cuentan con los dedos de las manos, y pronto vamos a estar tomando un cafecito o su Vodka de tres mil pesos, cagándonos de la risa y pelando a medio mundo, porque aparte de todo lo que dije soy el weón más cahuinero y bocón de la historia.  Nunca me cuenten un secreto, pero si quieren hacer que algo sea viral, mándenme un mensaje y en media hora lo sabrá todo Chile.


                Chao, cabros.  Se despide este chumango al peo.  Nos leemos.