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jueves, 22 de agosto de 2013

La vieja rica de tu amigo: LA MILF

                Pa’ un weón no hay na’ peor que tener una mamá rica.  Tus amigos la tratan de MILF y sólo van a tu casa pa’ mirarla.  Para las minas igual es penca que les digan sobre la ley de la lagartija.  Es prácticamente decirles que su mamá, la mujer que les gana por unos veinte años y ya ha tenido por lo menos dos partos es mucho más rica que ustedes.  Sorry, pero hay casos que eso pasa.  Pero si la mamá de una amiga o amigo es rica, y eso ya hace incómoda a la persona, imagínense que tu suegra sea la mansa mina.  Imagínense tener a Jennifer Aniston de suegra, imagínense a tener Angelina Jolie de suegra.  Que wea más incómoda.  “Mi amor puedes ayudar a mi mamá a entrar las bolsas del súper… ¿Mi amor?... ¿Mi amor?” Cuando la suegra es rica no hay ni que esperar que pregunten eso, uno va solo.  Imaginen a la suegra: Rica, la versión mejorada y madura de la hija, una señora con experiencia, levantando bolsas, con ese sudor sexy y dándote las gracias.  Sorry, pero si me pasa algo así con una suegra mina, me dedico más tiempo en pensar como matar al suegro y que parezca accidente, a mantener una relación sana con su hija.

                O cuando te llevan en los paseos familiares y ves a tu suegra por primera vez con bikini.  Ese incómodo momento en que hay que recurrir al “ahorcado” para que pase piola la reacción que nuestro amigo del piso de abajo tiene al ver el CUERAZO de la madre de nuestra polola.  Pero eso no es lo peor, ya que si el suegro te pilla echándole el ojo a su “trofeo” todo se puede complicar.  Tienes dos opciones, o el suegro es canchero y te parte webeando, o el suegro es un celoso psicópata y te mata de una manera lenta y dolorosa con todo el estilo de torturas de “American Horror Story Temporada Dos”.

                Pero asumiendo que ver a la suegra en bikini, bronceada y mojadita entera en su bikini blanco, ya fue suficiente incómodo, imaginen cómo sería cuando nos despertamos temprano para ir al baño en el paseo familiar de la polola y nos topamos con que la suegra igual toma desayuno tempranito.  Obviamente la suegra te invitará a tomar un café con ella, ¿Y por qué no?  Un cigarrito matutino.  Te sientas e intentas no mirar sus piernas, porque obviamente, para nuestra suerte, su pijama es un vestido cortito de tela blanca.  Te habla y se ríe de lo que dices, te das cuenta que su hija es muy rica, pero ella es muy sexy.  Y ser sexy es mejor que ser rica.  Te das cuenta que pone las mismas caras que pone su hija cuando está joteándote o está caliente, juras que estás teniendo un momento con tu suegra, te acercas a ella, le das un beso, es el momento más caliente y sexy de toda tu vida, en tu mente sólo hay alegría, pero lamentablemente esos minutos de alegría para ti son sólo unos segundos y todo lo que a ti te pasa a tu suegra le pasa al revés, te pega una cachetada, se manda un grito y te terminan pateando, mandando de vuelta a tu casa más acumulado que el Kino y con los coquitos más azules que el “Blue Man Group”.

                Si lo que acabo de contar pasa no es tan malo, ya que si te preguntan por qué te patearon y respondes: “¿Te acuerdas de mi suegra? ¿La rica con las medias gomas?” “Si, weón, la cagó esa weona.  ¿Por qué?” “Me la agarré y me cacharon”  Quedas como rey po, weón.  Es como cuando se tiran a la mamá de Stiffler.  Démonos unos segundos por hacerle un tributo a ella, la MILF más reconocida del mundo.  Ella en vola no era tan, tan rica, como sería una MILF con el cuerpo de Courtney Cox, pero lo que tenía esa vieja era la mirada de calentura y la elegancia de sus movimientos.  Imaginen tirar con ella, no tienes que hacer nada, ella lo hace todo, con todos esos años de experiencia tu sólo serías su juguete sexual y ella te manejaría a su gusto.

                “Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a los años que es mejor.  Porque nótelo usted que al hacer el amor es mucho mejor con un joven que tiene alrededor de veinte.  Nótelo así de repente, que es usted la que me calienta la sopa, madre de mi polola.  Usted no necesita enseñar su figura detrás de un escote, su talento está en manejar a este joven a la hora de trece – trecear.  Señora madre de mi polola, no insista en amar a un weón de cincuenta, si con sus cuarenta y tanto encima, me deja más caliente de lo que imagina, y puede ser mi dueña en cualquier lugar.  Cómo sueño con usted, suegrita…imagínese.  Si cuando le doy besos a su hija pienso en usted.  ¿Qué es lo que tengo que hacer suegrita para ver si se enamora de este veinteañero calentón?”

                Esa es una parte de la canción “MILF de las cuatro décadas”, próximo a salir en mi primer CD.  La enseñanza es básica, tener una suegra MILF es lo peor, porque ni siquiera puedes webiar a tu polola con su mamá, y si se entera que hablas de ella con tus amigos te vas a la mierda.  Lo mejor es que tus amigos tengan viejas ricas, porque a ellos te los haces mierda.  El hecho de tener una vieja rica le da derecho a tus amigos a hablar de tu mamá como si fuese una actriz porno, ni siquiera te puedes enojar cuando te webean con las cosas que le harían a tu mamá, porque si de verdad es rica, y lo miras de un punto de vista muy enfermo y con serios problemas mentales, tu vieja es rica, y si no fuese tu vieja igual la mirarías con otros ojos.

                Pero no se preocupen, pobres mujeres que tienen una mamá rica.  Dicen que las mamás son las hijas en un par de años más, así que ustedes tienen un gran futuro.  Si preocúpense, pobres hombres de mierda que tienen una mamá rica.  Porque a ustedes se los van a hacer mierda con esa talla hasta cuando su vieja sea una anciana que no pueda caminar, porque a pesar de que ya esté echa mierda, ella siempre será la más sexy del asilo de ancianos y nadie moverá la silla de ruedas como ella lo hace.  Oh, estúpida y sensual silla de ruedas.


                High Five, viejitas ricas.  Ustedes son la porno vívida que alegra nuestros días.

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