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domingo, 14 de julio de 2013

Razones para decir: ME CAGASTE LA VIDA CTM

                Me cagaste la vida, Conchetumadre.  Igual como dice el título de esta publicación, de eso hablaremos.  De algo o alguien que nos cagó la vida.  Muy cliché sería decir una ex, al igual que en “Que Pena Tu Vida” cuando Ariel Levy le grita al viento ese insulto tan famoso en nuestro país.  ¿Así que pa’ que culpar a las ex por nuestra mierda de vida?  A menos que el mismo día que nos patean nos dejan invitarla a almorzar, después a tomarse un café, después la llevamos a ver una película y compramos el picotéo y todo, para tener un final feliz sorprendiéndola con un regalo.  Y justo después de todo eso que nos diga que lo nuestro no está funcionando y nos manden a la casa de una patada en la raja.  En ese momento yo pensaría primero que me tiene que devolver todo el dinero invertido en ella ese día, ya que la misión era obtener un poco de trece – trece y lo único que obtuvimos fue…bueno, nada.  Y lo segundo que pensaría sería esto: “Me cagaste la vida/billetera/plata pa’l carrete, Conchetumadre.” 

                Pero como dije que no son solos las ex, también están los profesores que nos enseñan una materia muy fácil, pero a la hora de llegar al examen todo es diferente.  A ellos les decimos lo mismo que le diríamos a una ex.  Sin embargo no son las personas en carne y hueso que conocemos quienes nos cagan más la vida, en la pantalla chica y grande nos han cagado la mente y dejado tirados en el suelo por muchos años, y ya es hora de decir: BASTA.  Guionistas de mierda que no nos pueden dar una historia sin cagarnos la psiquis.  Uno de los casos más conocidos es el de la muerte de Mufasa.  Weón…Mufasa era el viejo perfecto.  Sabio, simpático, fuerte, era rey.  Weón ese león era el papá del año.  La música del Rey León era filete, las vistas en los momentos precisos nos hacían entender que nadie podía morir…NADIE, o por lo menos ese tucán culiáo, o no se un elefante cualquiera, pero no, weón, Mufasa tenía que morir…y si eso aún no era suficiente, el maraco de Disney hace que el weón muera con su hijo ahí al lado.  Disney pensó: “Ya, si estos pendejos no lloran cuando Scar tira a Mufasa a la estampida tendré un plan B, haré que Simba vaya donde Mufasa y le lloré por harto rato tratando de despertarlo, aunque este ya asuma que su papá murió.”  Disney, te felicito, eres un hijo de puta.  “Papá, papá, despierta.”  Decía Simba.  “Como te odio, Disney Conchetumadre.  Me cagaste la vida.”  Decíamos todos nosotros al ver esa escena.

                Pero si pensábamos que nuestro querido Walt Disney se iba a quedar solo con esa mariconeada, estábamos muy equivocados.  ¿Se acuerdan de Bambi?   ¿Ese weón que le matan a la vieja en la primera película?  Bueno, les cuento este Spoiler, Bambi termina muy feliz esa película por el apoyo de sus amigos, filete…pero en la segunda película le matan al papá.  Puta, Walt Conchetumadre, weón…es que las cagay.  Si sacan Bambi tres y este weón tiene hijos, ni cagando la veo, lo más probable que descuarticen a los weones.  Shame on you, Walt Disney.

                Otra manera en que Disney nos cagó la vida a todos, en especial a los hombres, fue dándonos como modelos a seguir a los príncipes de sus cuentos.  Si uno lee las historias el príncipe es un caballero, valiente y cabrón con las minas.  Sin embargo si uno ve las películas nos damos cuenta que los príncipes son puros maricones.  A todos los hacía delicados, rubios con pelo de comercial de Head & Shoulder y una voz no muy masculina, y se nota que los weones se preocupaban más de cuidar su cutis que de aprender a usar una espada, y cuando digo aprender a usar una espada, lo estoy hablando en doble sentido, porque estoy seguro que todos esos weones eran vírgenes.  Gracias a Disney y a sus “ejemplos a seguir” muchos niños que pintaban pa’ ser machos, recios y luchadores, terminaron siendo bailarines de ballet o danza artística.  Jordy Castell antes de ver la Cenicienta quería ser como el personaje de “Duro de Matar”, pero después de ver la película todo cambio en su vida y ya sabemos cómo terminó esa historia.

                Ni siquiera voy a hablar de cuando separan a Dumbo de su mamá, no lo haré porque el simple hecho de recordar esa escena puede hacer que mis ojos suden un poco.

                Otros weones que les gusta cagarnos la vida son los guionistas de “La Vida es Bella”.  Weón, el pendejo se salva y se encuentra con su mamá al final, nunca lo pasó mal en el holocausto porque su papá se esforzó para que pensara que todo era un juego.  PERFECTO, pero a UNA NOCHE, UNA NOCHE, po weón.  Solo un par de horas más, al papá lo fusilan.  Weón, ¿Por qué no podían salvarse todos?  La vida es bella mis weas, weón.  Si ya pensábamos que los campos de concentración eran una mierda, ustedes hicieron crecer ese pensamiento. 

                Pero si lloramos cuando mueren humanos en las películas y series.  Es aún más triste la muerte de perros.  Weón, es sorprendente como nos da pena la muerte de las mascotas.  Yo creo que la muerte de Hachiko me dio mucho más pena que la muerte de Jack en Titanic.  Los perros no hacen nada malo, en comparación con el hombre.  Jack estaba enamorado de Rose y eso es muy normal, pero pensándolo fríamente el weón fue el manso patas negras, weón.  No digo que merecía morir de esa manera, pero tampoco merecía vivir feliz para toda la vida.  Por otro lado tenemos a Hachiko, un perro que hizo feliz a una familia entera y les cambio la vida a todos sus integrantes.  Todo bien, pero no podía terminar la película en una época feliz del perro.  NO.  Lo tienen que matar, porque saben que nos da más pena.  ¿Qué queda pa’ los dog lovers cuando ven Marley y Yo?  ¿Y para qué hablar de cuándo matan a Sam, el perro de Will Smith, en Soy Leyenda?  Esa película era de acción y no de pena, y debo admitir que cuando le matan al perro casi lloro como Forrest cuando se muere Jenny (Otra escena creada por los guionistas pa’ cagarnos la vida).

                Otro ejemplo más alejado de la pantalla chica y la pantalla grande es lo que pasa en el fútbol.  Uno bien fresquito es de la U y como Darío Franco cagó al manso equipo que dejó Sampaoli.  Dudo que Franco me lea, pero si lo está haciendo Sr. Ex-Entrenador de la U, solo le diré esto: Me cagaste la vida, hijo de…conche tu...ándate a la…Eso.

                La cosa es simple, los guionistas disfrutan al ver como sufrimos, como lloramos y como quedamos traumados para toda la vida por sus películas y series.  Disney era un weón de mente retorcida que le excitaba hacer sufrir a niños pequeños.  A Rocky le matan a Adrián.  En “A Walk to Remember” matan a Mandy Moore.   A House le matan a Wilson.  En “La Milla Verde” de Tom Hanks muere el único weón que no merecía morir en la película, y para colmo en “El Náufrago”  los Conchetumadre hacen que Wilson se pierda en el mar.  El que no lloró cuando Wilson se pierde en el mar no tiene corazón.  “Wilson, Wilson, come back, I’m sorry, Wilson.  Come back.”  Grande, Wilson, jugar voleibol nunca fue lo mismo.

                La cosa es simple, muchos y muchas nos han dado razones para decirles que nos cagaron la vida.  ¿Para qué darles en el gusto?  Es como quedarse pegado con algo por mucho tiempo, al fin y al cabo nosotros somos los que nos cagamos la vida…Nah, en verdad es todo culpa del resto, nunca tan masoquistas, ¿Cierto? 

                High Five para todos ustedes, mis fieles lectores.  Y para los que no me leen: Me cagaron la vida, CONCHETUMADRE.


1 comentario:

  1. Me cague de la risa 😀😀😀 me iso bien leer este cuestionario de oponiones de que me cagaste la vida...

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