Hay
personas malas en este mundo que tienen ganado hace rato un lugar en el piso de
abajo. Personas malas en la historia que
han dejado la cagada, pero también hay otro tipo de personas que son aún más
malos. Son más malos que pegarle a la
vieja, y hasta aún más malos que el Señor Burns. Son tan malos que Hitler es una nenita al
lado de ellos, y dejan pequeño a ese amigo que nunca se raja con los
cigarros. Puta, estos weones son tan
malos que ni Don Satán los quiere recibir, weón. Estas personas son conocidas como los “Patas
Negras”. Esos hombres o mujeres que les
gusta meterse en una relación y cagarla por dentro. Son mentes criminales de otro mundo que saben
usar el bla – bla para que alguien en una relación los pesque y comience a pudrirse
todo lo que tiene con su pareja.
En la historia hay grandes Patas
Negras que han cagado matrimonios y pololeos como hobbies. Algunos lo hacen por deporte y otros
simplemente caen en ese tipo de relaciones sin querer. De todas formas, ustedes son malos, weón. Shame on you, Patas Negras, shame on
you. Pero no todo lo que brilla es oro,
y no todo lo que huele a mierda es caca.
A los Patas Negras hay que darles un poco de crédito. Porque estos weones se tienen que esforzar en
ir a lugares muy piola para que no los pillen.
O sea son más ingeniosos que la mierda, y no son para nada manos de
guaguas. Eligen los moteles que están más lejos y sacan a bailar a las minas
a lugares más exóticos. Hay que trabajar
para ser Patas Negras y darle en el gusto en muchas cosas a la víctima, pero
nunca dejar que la otra persona tome el poder.
Cualquier cosa si el Patas Negras se condoréa, puede cagarse a la otra
persona mandándole un Inbox al pololo o polola diciendo que se lo están
cagando. El Patas Negras tiene más poder
que la otra persona en la relación. High
Five para los Patas Negras que me leen.
Son malos pero jugados, cabros.
Miren el ejemplo de “Glee”, sé
que la serie es maricona y debo ser el único heterosexual que la ve, pero tiene
sus personajes divertidos igual. Como Puck,
este weón que es un cabrón y se mete con todas las minas…TODAS. No es el típico mariscal de campo que se
termina enamorando y cambia, él siempre fue bueno pa’l webeo. Es más cuando todos los weones de Glee salen
del colegio y buscan que hacer con sus vidas y se ponen aún más maracos, este
weón se va a Las Vegas a limpiar piscinas y tirarse MILF’s. High Five para él. Pero entre tanta mina que trece – treció, no
podía faltar la de su mejor amigo. Sí,
se tiró a la mina de su mejor amigo. Mal
ahí, Puck. Pero si eso fuese poco, el
weón dejó embarazada a la mina de su mejor amigo. Golazo.
La wea es simple, mandarse un condoro puede ser en el mejor de los casos
con la polola que llevay como cinco años pololeando y ya los dos trabajan, el
peor de los casos es cuando dejay embarazada a una guatona del puerto por una
curadera de la noche, y le salen trillizos.
Aunque lo que le pasó a Puck igual está entre los Top Five de los peores
casos. Sorry, Puck, pero para ser Patas
Negras hay que ser inteligente también.
El cabro simplemente no zafó y no supo hacerla.
Otros Patitas Negras de por ahí
aparecen en una serie que está muy de moda ahora: Game Of Thrones. Pero estos Patas Negras no son dignos de mi
High Five porque se pasaron pa’ cochinos.
Jaime Lannister y su hermana, Cersei.
La loca está casada con el Rey e igual se mete con su hermano. Ya está bien que los dos tengan pinta y que
tu hermana sea la mansa mina y una atlética en la cama, pero, ¿Pa’ qué po? Mal jugado con las enseñanzas ahí los papás. Jugaban más que las escondidas cuando eran
chicos.
O lo mismo pasa en la película de
Adam Sandler: “That’s my boy.” Cuando
cacha que su futura nuera se mete con su hermano. Y para colmo cuando los pilla ella explica
que dos personas que son tan apuestas deben tener relaciones solo para juntar
sus cuerpos, o sería pecado. Bueno, si
la cosa es así entonces yo con Jennifer Anniston debiésemos estar juntos algún
día… ¿No? Bueno…
Patas Negras de Chile y el mundo,
yo estoy aquí no apoyándolos, ni tampoco criticándolos. De que son malos, weón, lo son. Pero nadie es perfecto y todos alguna vez
hemos querido probar la fruta prohibida…menos los cartuchos, los cartuchos
saben poco y merecen aún más la muerte que los Patas Negras. Yo nunca fui cagado por mi ex…espero y confío
en eso, así que no sé cómo será el dolor que ustedes ocasionan. Y si he estado en sus zapatos no lo diré,
para no recibir puteadas, eso quedará a la duda. Pero sé que son esforzados y personas
humildes.
Cualquier cosa si alguna vez los
llegan a pillar usen la estrategia que usó uno de los más grande Patas Negras
de toda la historia: Estaban viendo el Rey León. Y al igual que Pinilla, créanme, que van a
disfrutar mucho esa película de Disney, y nunca más van a ver a Simba con los
mismos ojos.
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