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sábado, 15 de junio de 2013

Desubicados como Chandler Bing

                  Hay todo tipo de personas, como también hay todo tipo de personajes.  Hay personajes cómicos y otros más serios, hay algunos que cae pésimo y otros caen filete.  Eso es lo lindo de las series, el guionista crea un mundo ficticio con integrantes para todos los gustos.  Hay personas que no pueden ver series o películas de miedo, y otros no soportan ver las cosas mamonas.  Pero siempre hay una serie para todos y un personaje que nos llama más la atención.  Es nuestro personaje favorito y a veces no vemos la serie, si vemos al personaje.  Uno que cambia toda la perspectiva que tenemos sobre la historia.

                Y como existen personajes de todo tipo dentro de las series, también existen esos personajes fuera de ellas.  Hay un personaje de series que quedó marcado como el “desubicado” o nervioso.  Al final cambió un poco, pero esos rasgos siempre quedaron en su esencia.  Chandler Bing, uno de los seis amigos que tomaban café en “Central Perk”.  Este weón era desubicado, pero era un desubicado asumido.  Nunca decía lo correcto en el momento correcto.  Es más en un capítulo él dice que cuando se pone nervioso dice chistes inadecuados para el momento.  Grande, Chandler.  Pero aunque nos riamos de sus desubicadas en la tele, tenemos más que claro que cuando ocurren en la vida real son la peor weá que nos podría pasar.  Todos tenemos un amigo desubicado y a veces todos nos mandamos esas desubicadas.

                La desubicada más brígida de Chandler puede ser cuando sin querer se sentó en pelotas arriba de su suegro.  Es divertida, pero muy rebuscada.  La desubicada más común en la vida real es la de la “Ex”.  Típico que estamos carreteando y aparece este weón desubicado y nos pregunta: “Oye, ¿Cómo está tu polola?”  Miramos al suelo y entre tristes y enojados decimos que nos pateó hace tres semanas.  “Ah, puta, con razón la vi agarrándose a tu hermano la otra vez.”  En ese momento el weón solo quiere arreglarlas y subirnos el ánimo, y cuando se da cuenta que ya se aweonó aún más nos mira nervioso y dice: “Pero no te preocupís, si siempre fue maraca.”   Vale, weón.  En menos de un minuto me acabas de recordar que me patearon, que mi ex se está agarrando a todo el mundo y aparte que la weona es maraca.  ¿A quién no le ha pasado algo así?

                Otra manera brígida de desubicarse, que también ocurre en un capítulo de Friends, es cuando celebras que te está pasando algo bueno y a un amigo tuyo le acaba de pasar una desgracia.  Como cuando Ross celebra que lo ascendieron y que nunca lo van a poder despedir, y Rachel acaba de ser despedida y perdió otra oportunidad de conseguir un nuevo trabajo.  Es como cuando llegamos a fin de semestre y estamos todos celebrando que pasamos los ramos, que cada vez queda menos para salir de esa wea llamada “Universidad”, hacemos faroles, carreteamos y tiramos tallas de como todos zafamos.  Pero sin darnos cuenta aparece el Juanito, que se echó todos los ramos y el weón está pa’ la cagá.  Ahí en verdad no es tan desubicado, más que nada el weón por pajero se merece que celebren en su cara…pero como amigos como yo, ¿Quién necesita enemigos?

                Otra de las desubicadas comunes hoy en día y que también nuestro amigo Chandler suele hacer muy seguido es la de los chistes.  A mí por lo menos me ocurre que cuando estoy en un momento incómodo tiro chiste que no son muy ideales para el momento.  Es como ir con la familia de tu polola a misa, todos son bien religiosos y tú eres un ateo.  No crees en nada pero para quedar bien con los suegros o los cuñados pones atención sobre lo que dice ese viejito en la “casa del señor”.  Al final de la misa todos salen y comentan lo que pasó.  Tú no tienes ni puta de lo que están hablando, de los santos, de que la virgen, de que esto otro, y te acuerdas de un chiste que te contó un amigo hace tiempo relacionado con la iglesia.  En ese momento hay que pensar antes de hablar, y créanme que se van a dar cuenta que el chiste no era muy oportuno para ese momento.  “Dicen que Jesús murió de tres clavos solamente, como aún no muere tu hermana que la ha clavado tanta gente.”  Mejor nos callamos.  Y aunque suene muy fantástico, yo suelo mandarme desubicadas así.

                Pero de tanta desubicada chistosa, hay una que te caga entero.  Decirle “Te quiero” a una mina que estay weando y que la mina te quede mirando, se quede callada y no te responda nada, o puede responderte: “Gracias.”  Esa es la desubicada que te deja como el pobre weón.  Pasas que acosan, cosas que pasan. 


                La lección es que hay que saber en qué momento decir o hacer las cosas.  Yo nunca se los momentos, y si alguna vez me ven hablar y hablar y no parar de hablar, es o porque estoy muy curado, o me siento más incómodo que la puta madre.  Al fin y al cabo los que me conocen siempre me han comparado con Chandler Bing.  Soy desubicado, nervioso y rollento.  Pero si no fuese así nunca me mandaría mis #TommyCosas.  Así que High Five para Chandler y todos los desubicados del mundo.   Touché.

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