Uno de
mis pocos lectores me llamó la atención durante esta semana. El cartuchito me dijo que hablaba siempre con
garabatos y que no le gustaba mucho leerme por eso. Le dije que no me leyera y luego por dentro
apareció el pequeño Barney Stinson que llevo dentro y me dije: “Challenge
Acepted”. Le dije que podía escribir una
publicación sin ningún garabato y que si en esta publicación no lo leían por lo
menos el 50% de mis lectores iba a pasar un mes escribiendo sin decir esa
palabra rota y cochina que rima con Ramón.
Y si ya
es difícil cambiar todo mi estilo para satisfacer a este Ramón de miércoles,
aún más difícil es saber sobre que escribir.
Así que haré esta publicación en honor a este lector en particular, a
este “indignado”, y escribiré sobre los INDIGNADOS.
Todos
nos hemos indignado alguna vez. Yo sé
que mis papás siempre se indignaban cuando veían mis notas en el colegio. ¿Y quién no se ha indignado con ese amigo que
promete llevarnos a un carrete con puras señoritas lindas y en verdad hay puras
mujeres de gran masa muscular con bellos debajo de la nariz? En ese momento pensamos que nuestro amigo es
por lo menos 10 de las palabras que yo no puedo decir en esta nota. Entre ellas están esas de las cuales hablamos
sobre un molusco y su madre, hacemos una comparación entre su mamá y un can,
también está esa palabra que se dice cuando una persona ha tenido relaciones sexuales
o como también está el típico insulto que viene con dos palabras: La primera
rima con Pronto y la segunda con Ramón.
Así que a ese amigo que nos miente y nos indigna, les decimos son unos
moluscos de su madre, pobres Prontos Ramones.
Un
personaje que se indigna por lo menos 20 veces por temporada es Sheldon
Cooper. Pasa indignado al ver que el
resto de las personas no son ni la mitad de inteligente de lo que es él. Algo parecido me pasaba en el colegio, en mi
curso eran puros mateos, por excepción de algunos (incluyéndome, lo mío nunca
fue el colegio…), pero una vez me saqué la mejor nota del curso. Aún me acuerdo, fue en tercero medio en una
prueba de historia sobre Grecia y Roma.
La profe siempre repartía las pruebas por orden de nota, y cuando mi
nombre fue el primero en salir todos los mateos del curso se miraron sin
entender nada. Esa misma mirada cuando
una guatona con al cual tuviste relaciones físicas por error una noche debido
al alto consumo de bebidas alcohólicas con tus pares, te dice que está
embarazada de ti. La cosa es que nadie
entendía nada, y cuando fui a buscar mi nota y vi que me había sacado un 66,
fui la persona más feliz del mundo, e indigné a todos esos mateos. High Five Porro para mí.
Indignado
también podría estar Charlie Sheen, al ver cómo le están arruinando su
serie. Ashton es un gran actor y su
personaje me hace reír, pero no le llega ni a los talones a Charlie. Yo igual me indigné al ver que lo echaron por
bueno pa’l trago y otras cosas. ¿Qué
ejemplo les dan a los niños? ¿Acaso el
trago es malo? No entiendo a este mundo.
Pero
bueno, esta nota fue diferente debido a que me desafiaron, y no sería un digno
seguidor de Barney si no hubiese aceptado el desafío. Ojalá no se hayan aburrido tanto, pero no se
preocupen que la próxima publicación vendrá con varias palabrotas feas y
cochinas para mantener le esencia de este poco frecuentado blog.
También
aprovecho de mandar saludos a uno de mis seguidores que me lee en
Bulgaria. Gracias a un programa puedo
ver eso, así que High Five búlgaro para ti.
Saludos,
estimados.
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