Más frío que corazón de POLITICO: Me bañé en el ESTRECHO MAGALLANES

                El día que me bañé en el Estrecho de Magallanes.  Creo que debe de ser uno de los lugares más helados pa’ mandarse un baño, y yo, cumpliendo una promesa, lo hice.  ¿En qué afecta esto a Boca?  En absolutamente nada, pero puta que fue una buena experiencia.  Puedo decir, cuando sea viejo y pelado y los pelos de “loh pesho” se me caigan, que me bañé en el Estrecho de Magallanes, ese mismo que se ve con Tierra del Fuego y la Isla Dawson, entre otras cosas.

                Creo que el Estrecho es comparable con el corazón de un político.  Bien fría es la wea.  Y toco este tema justo ahora que TODO Chile está hablando de ellos: Los Políticos.  Si piensan que los voy a latear por quien votar o quien es mejor o cuál weón usa el perfume más caro, no se preocupen, porque yo no voto ni opino.  Pero eso no significa que no pueda ver de afuera todo lo que pasa.  En este momento TODO el país está atento a qué están haciendo estos weones, y quién va ganando, y bla, bla, bla…mejor cambiemos el tema un ratito y no hablemos de lo frío que son los políticos, ni lo guatona que es la Bachelet o lo pesada que es la Mathei.  Hablemos de lo frío que es el Estrecho, que muy frío puede ser, pero vale más la pena un chapuzón a este lugar que ir a escuchar a un par de weones hablar de weas fomes. 

                Yo me voy a acordar de este día, porque mi gran amigo de abajo, lo que los hombres tenemos y las mujeres no, adivinen que es, y si no cachan tomen un curso de biología o métanse con una mina, estúpidos vírgenes… volviendo al tema, mi querido amigo la sufrió, y cómo la sufrió.  Si cuando uno se mete a un lugar tan helado como el Estrecho de Magallanes sólo hay una parte del cuerpo que se agranda, y esa parte son los pezones.  Weón, apenas me saqué la polera y mostré mi cuerpo “fitnes(?)” al mundo entero, prácticamente todo se escondió menos mis pezones, parecía Madona, pero versión peluda.  Si un director porno quisiera hacer una película sexy, pero muy sexy, es cosa que traiga a un par de pechugonas, les ponga unos bikinis blancos, casi transparentes, y las meta al estrecho.  Sus niples se van a ver más grandes que espinilla de pendejo en plena pubertad…and that’s really hot.  

                Pero el frío y el dolor en mi aparato reproductor y crecimiento notable de mis pezones, no es lo único que me dejó esta experiencia…también me dejó una hipotermia. Hizo crecer mucho más la leyenda de lo que es Punta Arenas, por lo menos para mí.   Hay weas que uno sabe, o piensa que nunca va a hacer en su vida, y hay otras que uno anhela con hacer.  Yo quiero sacar mi título de publicista, quiero dejar embarazada a Jenifer Aniston para que no le quede otra que casarse conmigo y mantenerme, mientras tengo un affair con Alison Brie, quiero viajar por el mundo con mi perro puddle, Lukas Arturo, entre otras cosas.  Pero como nunca en mi vida he visto ni espero ver a un elefante volar, y si eso pasa es porque quedé como mazo mientras veía Dumbo, tampoco nunca pensé que me bañaría en el Estrecho Magallanes.

                Al meterme al Estrecho me sentí como Jack y Rose en el Titanic, ¿Y saben qué?  Eran bien maricones todos esos weones que murieron ahí, ni que fuese tan fría el agua.  Yo estuve como diez segundos y no me pasó nada.  O sea no hay ningún High Five ni pa’ Jack o Rose…se nota que esos weones no eran magallánicos.  Si en el Titanic hubiesen ido puras personas de Magallanes, en vez de tratar de salvarse de caer al agua que te apuesto que todos los weones hubiesen hecho fila pa’ tirarse un piquero…y en pelota.  Eso si el frío hizo que los mocos partieran corriendo como judío escapando de Hitler por mi nariz y empecé a hablar raro.  Me preguntaron: “Te dio frío” y en vez de decir: “Si, si”, dije: “Ti, ti.”

                Weón si es tan helada el agua acá que mientras me bañaba habían unos gringos turistas sacándome fotos.  Esos weones no entendían qué mierda estaba pasando.  Deben haber pensado que era una Tonina sufriendo por como salpicaba, o en vola pensaron que era un sirenito que quería carretear en “Costa Varúa”.

               

Y lo más admirable, es que lo que yo hice no es algo tan “poco común”…si acá en invierno en el festival que hacen todos los que quieren se tiran al Estrecho.  Yo miraba eso desde Viña y decía: “Puta que están locos”, y ahora los entiendo, es la raja.  Lo único que me faltó a mi es mi medalla, porque por ahí alguien me dijo que te dan una medalla, así que si uno de ustedes, mis queridos y fieles lectores, tiene una medalla que me quiera dar, bienvenido sea, porque o sino sólo me quedaré con el recuerdo de la erección gigantesca de mis queridos pezones.

                Y esa es la historia de cuando yo, el Tommy, hizo algo que nunca había pensado en hacer.  Es como si una monja tuviese “cuchi – cuchi” algún día…nadie se lo esperaba.  Y fue una experiencia LA RAJA.

                Los dejo con eso, y con un par de fotos y videos que prueban que no estoy mintiendo y que de verdad hice tamaña estupidez.

                Saludos a todos. 

                Chao pescao.                                                              

                                                               

                                                            Video Tommy AL ESTRECHO