Tus papás siempre te dirán que el trago es malo, pero nunca
aceptaran que, tal vez, por un par de copas de más tú fuiste concebido y ahora
ellos tienen el placer de tenerte como hijo o hija. El copete puede ser malo de varias formas, o
sino pregúntenle a Johnny Herrera, pero también ayuda a muchos en diferentes
sentidos, o sino pregúntenle a Charlie Sheen.
Pero si hay unas personas que son muy ayudadas por las bebidas
alcohólicas son los feos y las feas.
Esos ogros culiáos que después de un par de traguitos son más minos que
el dueño de este blog…right? Y es por el
alcohol que te agarrar a ciertos Traucos por la vida. Por eso, en nombre de la gente fea, un High
Five algo arrepentido a todos los que hemos “cochineado” alguna vez.
Cuando
nos juntamos en los pres (Actividad realizada por jóvenes chilenos para llegar
algo alcoholizados a sus respectivos malones) tenemos la intención de “prendernos”,
por eso también incentivamos a que el farol alumbre unas cuarenta y cinco veces
por noche. Pero lo que en un momento
parece adecuado, después nos juega en contra.
Las minas, por ejemplo, se juntan con sus amigas a tomar Absolut y
copetes con colores maricones, y se ponen a hablar puras weas. Pero el pre de la mina es más corto que el
del hombre, porque las minas se parten arreglando a las 21:30 horas, se
terminan de arreglar a las 22:50 horas (Si es que andan apuradas), luego viene
el maquillaje, ese maldito maquillaje que le agrega un par de minutos más, por
lo que se da por terminado el proceso de maquillaje a las 23:30 horas. En ese momento una persona normal pensaría
que la hembra está lista para salir a parrandear y tomar alcohol de manera
estúpida como lo hacen todos los niños de quince años en Chile, pero no. Ahora falta el último proceso que es el más
agotador, cuando parten comentando sobre sus vestimentas. Weón, si te demoraste dos horas en ponerte la
wea y te quedo mal, es porque de verdad eres tonta, pero siempre la amiga tiene
un comentario rebuscado para darte y hacerte cambiar de opinión, aunque estés
más rica que Jennifer Aniston. Si eso
ocurre, la mujer se termina de arreglar a las 00:15 horas y ahora sólo tiene 45
minutos para poder hacer el pre con las amigas.
Y al sólo tener esos pocos minutos debe consumir su bebestible más
rápido, por lo que se cura más rápido, por lo que sería más fácil que cometa un
error, y ahí es donde entra el weón feo en esta historia, ya que ese weón feo
se esfuerza en ser el error de la mina rica.
El weón
feo toma, pero no tanto, porque debe tomar la cantidad suficiente para poder
tener actitud, y también la suficiente como para no parecer un aweonado
curado. Con esa dosis el weón feo acecha
durante toda la noche a las minas ricas, no la saca a bailar, sabe que su
momento aún no llega, pero cuando la mina rica ya va por su tercer copete en la
disco, y asumimos que se tomó unos cuatro en el pre, el Cuasimodo del carrete
se acerca, como un caballero y la saca a bailar. En ese momento la mina piensa esto: “Ya, si
no me lo voy a agarrar… ¿Qué le hace el agua al pez?” Y el Chucky piensa esto: “Está pasada a
copete…a esta me la agarro.” Es casi
como si los weones feos sacaran a bailar a las minas con un Alcohotest, la
weona que marca más grados de alcohol es la indicada para bailar con él.
Y así es
como de un pre con las amigas, una noche se transforma en la peor de su vidas,
chiquiiiiillas.
Pero el
ritual del hombre para condorearse en la noche es diferente. También este ritual parte con un pre, un pre
completamente distinto al de la hembra.
El macho chileno se junta temprano, a las cinco de la tarde a tomar
chelas, una vez que el aliento es fuerte y el bajón llega los diferentes machos
del grupo se separan para dirigirse a sus hogares y alimentarse antes de salir
de cacería. El hombre se arregla en
quince minutos, pero diez minutos ahí son para ir al baño y votar desechos
tóxicos. El hombre igual le puede
preguntar a su amigo como se ve, pero la respuesta del amigo es un paipe en la
cabeza y un: “Puta que eris maricón, weón.”
Cuando el macho chileno ve su reloj y se da cuenta que este apunta a las
21:50 horas, justo después de haber terminado de ver el deporte en las
noticias, este llama a sus amigos para ver con quien comprar la promo “a medias”
para el pre. Una vez terminado ese
importante trámite el hombre se dirige a comprar, acá la opción es difícil,
¿Qué compramos? “Si es Alto o Mistral no
nos queda pa’ comprar cigarros, pero si es Capel mañana iré con caña al
almuerzo familiar. Podríamos tomar
vodka, no me dejará olor, pero igual es más caro. Por otro lado está el ron, pero el ron deja
CA – CAÑA (Si no saben que es la CA – CAÑA lean mi publicación de las cañas)” Ese momento en que el hombre se pone a pensar
con sus amigos y elige con que elixir se “motivará” en la noche. Una vez tomada la decisión toda la manada se
dirige al lugar de encuentro del pre. Ya
son las 22:35 horas y la primera piscola ya está acabando, son las 23:05 horas
y el farol comenzó a alumbrar. Cuando el
reloj golpea las 23:56 horas ya hay un weón dando jugo y justo a las 00:15
horas estamos listos pa’ salir y no hacer fila en la disco.
Una vez
que los borrachos llegamos, primero analizamos el ambiente, vemos que tantas
minas hay y cuantos weones hay. Si hay
mucho hombre la wea está mala, si hay mucha mina está buena. Una vez terminado ese análisis viene la etapa
de ver cómo están las minitas. Y como
estamos curados, no están tan mal, sin embargo no partimos con las peores. El curado siempre va a ir donde la más rica,
para que nos de ese “No” tan innecesario de la noche, de ahí vamos bajando y
bajando y bajando. Entremedio tomamos
más para armarnos de valor por si nos toca cochinear. Y la fea al ver esto se acerca a su presa, ve
que hay un weón ebrio siendo rechazado por todas, por lo que en algún momento
tiene que llegar a ella. Y cuando ese
momento llega, la mina al toque te dice que si para bailar, pero al comienzo se
hace la difícil, por alguna razón cuando estamos curados y la mina, sea rica o
fea, se hace la difícil, nos calentamos más.
Es como: Challenge fucking acepted.
Y cuando la weona cacha que estamos lanzándonos tanto rato, por fin nos
da la pasada, la weona prácticamente nos come.
Es brígido ver como las feas casi se atragantan dándote un beso. Aprovechan todo lo que pueden ese momento, en
vola cuando fue la última vez que les salió webeo en una noche.
Y así
es como el hombre se equivoca.
El pre
y el alcohol son diferentes tanto para el hombre como pa’ la mujer. Pero tienen una cosa en común, tanto al macho
como a la hembra nos pueden llevar a cometer errores. Mejor no tomen, amigos míos. Sean sanos y…ni yo me la creo, consuman
alcohol en grandes cantidades. Jesús en
la biblia siempre andaba tomando vino, y si, efectivamente, era tan bueno, el
vino algo habrá tenido que ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario