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miércoles, 5 de marzo de 2014

La MINA PERFECTA

               Es tema esta wea para muchos.  Si ya hablé de los solteros, hablemos de la otra cara de la moneda.  La mina perfecta.  Creo que ya escribí de este tema antes, pero bueno, si escribo de minas es porque me gustan, y si yo sigo soltero, puta, es porque no les gusta lo que escribo.  Fail maratónico para mí.  Pero bueno, a diferencia de los ateos, a nadie le falta Dios.

                La mina perfecta es, tomen apuntes, chiquillas: La que no webea cuando hay partidos de fútbol, sabe que es un momento importante en el hombre, así como pa’ ustedes es tan importante ir de compras y andar mirando la misma polera cuarenta minutos y se enojan cuando les preguntamos por qué chucha lo hacen, pa’ nosotros es una paja cuando nos preguntan: ¿Cuál es la gracia de unos weones corriendo atrás de una pelota?  ¿Cuál es Chile, el rojo o el azul?  Mujeres, por favor…no.

                La mina perfecta apaña…eso es un hecho.  Apaña en las buenas y en las malas.  La mina perfecta te canta el farol y hace que alumbre toda la noche.  No te dice que ya has matado cinco faroles y eso es mucho, porque si es tan perfecta ella te llevará a la cama apagado tele y te va a cuidar. Puta que es perfecta.

                La mina perfecta tiene tema de conversación.  Pero no todo es moda, ni puras mierdas.  La mina perfecta habla más cosas, cosas que en verdad interesan.  Si estudias derecho, la mina perfecta te habla de derecho, sabe que si estudiaste eso te apasiona…y si ella es perfecta para ti, ella igual te apasiona, ¿Y nada es más sexy que una mina rica, linda y que conozca lo que te gusta?  Mijita.  Soy publicista, y pa’ mi es ver una porno cuando una mina cacha de diseño, redaccón o hasta cine.  Pa’ que ver RedTube si puedo ver AdsOfTheWorld con una mina.

                La mina perfecta dicen que no existe.  Que si es tan perfecta ya hay otro weón que te la quitó.  Pero no es así.  La mina perfecta está ahí dando vueltas pa’ que la encuentres…pero, weón, suelta el control del Play y sal a buscarla.  No sea liso, mijito. 

                La mina perfecta no anda diciendo por todos lados que busca al príncipe azul pero siempre termina con el sapo.  Porque seamos honestos, si tanto busca al príncipe AZUL es porque todas inconscientemente son de la U, lo que las hace aún más perfectas, y si siempre terminan con el sapo, es porque puta, les gusta el sapo, por ende…son todas lesbianas.

                Al fin y al cabo la mina perfecta es la que te hace un cambio sin que te des cuenta.  Es perfecta porque cuando te juntabas con ella eras un guatón de mierda que veía pokemón, después pololeaste con ella y te transformaste en el America’s Next Top Model y ahora lees el diario.  La mina perfecta no es la que todos quieren pa’ polola, es la que tú quieres pa’ polola. 

                Tan perfecta es la weona que en vez de andar weando en mina tras mina, yo me quedo por mientras con mi “amiga” perfecta.  Mi Checha, mi mascota, mi perrita.  Es perfecta porque ve tele conmigo y porque cuando le hablo sólo me saca la lengua y me sonríe.  Juega Play y ve fútbol… ¿Y lo mejor?  En la mañana tiene peor aliento que yo.

               Y así sigo, buscando a la mina perfecta.  Que sepa de fútbol como Marcelo Salas, juegue Play como pendejo de segundo medio, cante el farol con el tono de voz de un coro como el de Glee, y que no vea a nadie más perfecto que a mi…y las piscolas que hago.


                Salud y High Five, pa’ las minas perfectas de cada uno.  Y High Five por mi Checha, que sólo le falta cantarme el farol y me caso.

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