Debo admitir que por mucho tiempo me he hecho mierda en
comentarios a todos los weones mamones que se enamoran y pololean y les gusta
mantener una relación seria con una hembra.
Debo admitir que odio que Leonard esté con Penny, y que Dexter siendo un
asesino en serie siempre se tire minas ricas.
Odio que Ross, un perno de mierda, termine con Rachel, la mujer de mis
sueños y por la cual dejaría todo sólo por un “Touch and Go”. Pero también debo admitir que yo si he
sentido lo que sintió Jack por Kate, o lo que sintió Ron por Hermione. Se lo que es sentirse atraído a la especie
del otro sexo, y no solamente atraído para hacer un poco de cuchi – cuchi, sino
que atraído para tener esas relaciones que conllevan muchas noches de películas
mamonas y el hecho de crear sobrenombres mamones. Hoy día les hablo de las minas que nos
gustan, perdón, la mina que nos gusta.
Siempre hay una mina que nos guste, y aunque lo nieguen, siempre, pero
siempre, habrá alguien que te atraiga más que al resto. A mí Los Simpsons siempre me van a atraer más
que otra serie, pero no es la serie que voy a ver toda mi vida.
Cuando
te gusta una mina cambias caleta. Es muy
normal que cuando te llama tu voz se pone más mamona. Estay hablando con tus amigos, la raja,
fútbol, sexo, porno, mujeres, música fuerte, pero te llama la susodicha y tu
voz se pone como la de los ositos cariñositos.
Después terminas de hablar y tus amigos te miran con cara de: “¿Qué fue
esa wea?” Uno ni se da cuenta cuando
pasa a la voz “me gustay”. La vos “me
gustay”, es la voz aguda y mamona que nos sale con estas minas. A estas weonas por alguna razón les gusta, no
sé si piensan que es tierno o sexy, pero la wea es que se ha comprobado con el
pasar del tiempo que a las minas les calienta los weones con voz de
Teletubies. “¿Cómo está mi amooooh?
¿Cómo está lah mah linda? ¿Quién eh la mah linda?” Y las weonas se hacen las regalonas y nos
dejan regalonearlas. Cuando hay que
jotearla tenemos que ponernos machos, recios y cabrones, pero una vez que el
animal ha sido domesticado por alguna razón el Spartacus que llevamos dentro se
transforma en el Kurt de Glee y nos ponemos MA – RI – CO – NES.
Antes
de pololear somos cabrones. “Oye,
¿Quieres pololear conmigo?” (Lean esto con voz de macho.) “Ay, ya…te quiero tanto.”
(Lean esto con voz de mina, si son minas léanlo con voz más aguda aun.) “Ay, filete, te quiero tanto, eres lo mejor
que me ha pasado en mi vida, juro no ver más fútbol en la tele y sólo ver
películas como Titanic, Diario de una Pasión y PD: Te amo, contigo.” (Lean esto
con una voz parecida a la de Dipsi de los Teletubies.)
Cuando
te gusta una mina cambias. Es un
hecho. Todo cambia. Cuando pasa la pubertad cambiamos, salen
pelos por donde no salían antes… no se pongan weones y partan: “Ay qué asco,
weón, ¿Cómo dices eso?” Porque lo que
dije es verdad, y si no es verdad, puta que estay cagado. Hasta muchas veces en la vida cambia quien
nos gusta, y cómo cambia quien nos gusta, cambian las formas de jotear a las
personas que nos gustan. Hay minas que
pa’ jotearlas sólo hay que invitarlas a un café, y hay otras que pa’ jotearlas
hay que aprender a tocar guitarra o hacerse los bacanes con ellas.
Sin
embargo le dedico esta publicación a un tipo de mina, a la que gusta siempre, y
a pesar de que hay otras que pueden gustar “un poco” entremedio, siempre se
vuelve a esa mina. Miren a Forrest y
Jenny, es lejos el mejor ejemplo, si no han visto Forrest Gump hagan lo
siguiente: Primero tomen una pistola, después llénenla de balas y después
jueguen a la ruleta rusa solos. No podís
no haber visto Forrest Gump. La cosa es
que Forrest hizo de todo en su vida, pero siempre pensando en Jenny, una weona
hippie, maraca, que se tiró y fumó todo lo que pilló en su camino. Pero al final Forrest insistió por Jenny y
así terminaron juntos. “¿Por qué no me
amas, Jenny? No soy un hombre
inteligente pero se lo que es el amor.”
Esa es la mejor frase de película.
Porque a pesar de que odio a todos los weones mamones, los odio a
todos…todos, si, tú, el mamón, te odio…ojalá te mueras. Forrest es mi excepción. Y hay una Jenny por ahí, siempre la hay,
siempre hay una Marge o una Penny, una Mónica o una Rachel, una Debra o un
Christine (Vean Last Resort, pedazo de serie).
Siempre habrá una película que va a ser mejor que el resto, siempre
habrá una mina que es mejor que el resto…pero esa wea igual es muy mamona, así
que si no les gusta sólo una serie, y les encanta ver muchas, pásenlo bien con
todas…de repente una serie los va a pillar y no van a querer ver otras.
Ciao.
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