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lunes, 10 de febrero de 2014

Viña Ciudad LLENA

Viña tiene festival.  Viña tiene Reñaca.  Viña tiene carrete.  Viña tiene las minas.  Viña es la raja.  Sol, playa, arena…describir Viña es como escribir una canción de Don Omar.  Tengo suerte que vivo al frente de la playa, entonces cuando quiero, cruzo la calle y aplico chapuzón.  Pero esa suerte no la vivo siempre.  A veces quiero andar en auto o en micro, y ahí entra el problema más grande de Viña.  Viña no es sólo ciudad BELLA, Viña también es ciudad LLENA.

                Viña ciudad llena.  Llena de turistas, llena de tacos, lleno todo.  No me quejo que vengan todas las argentinas y santiaguinas a la playa y la usen como pista de modelaje.  Pero, ¿Por qué chucha traen a los argentinos y santiaguinos?  Durante el año Viña no tiene taco, ir a comer a algún lugar es llegar y sentarse.  Weón hasta es más agradable ir a una disco donde efectivamente se pueda bailar y no estén todos pegados y en el momento que tocan una canción que todos se mueven queda la cagada.  Todos chocando, golpeándose…es súper peligroso.

                Pero no sólo que se llene Viña es penca.  También el estado zombie en que entran las minas por los argentinos (Mismo pasa con los hombres y las argentinas).  Weón ir a la disco y no tener acento de argentino o parecerse a Justin Bieber y ni una mina te pesca.  Léase este ejemplo: “Hola, ¿Bailemos?” “No, ándate, no me hables…mátate.”  Y léase este otro ejemplo: “Cheeeeee…¿Querés bailar un rato?” “Ay, ya…hazme tuya…”  No importa como sea el weón, pero el acento ese las deja locas.

 El argentino común que viene a Viña en esta época parece deportista profesional, es como si no dejaran pasar por la frontera a los argentinos con ponchera.  Lo mismo pasa por las minas.   Todas…pero TODAS…son ricas.  Casi que en la frontera de Argentina – Chile ven tus medidas, si no estás cerca del 90-60-90 te dejan fuera.  Por otro lado estamos los chilenos que nos encanta ir por unas chelas en esta época, y el six pack que preparamos todo el año para tener un verano sin polera se parte transformando en una guatita regalona.

El otro problema que tienen las discos ahora es por culpa de la Ley de Tabaco.  Antes cuando uno iba a bailar la disco estaban pasadas a cigarro o copete chorreado, ahora que ese olor desapareció toda la disco huele a poto, axila o simplemente sudor.  Sí, sacar a bailar una mina rica que esté un poco sudada es algo normal, se deja pasar, pero cuando te acercas y la mina está pasada a Aros de Cebolla del Ruby Tuesday, la wea cambia.  En las barras deberían vender un poco de desodorante. 

                Lo otro de Viña ciudad LLENA es como en esta época de verano aparecen los weones “bacanes”, esos weones que usan anteojos de sol y gorro hasta cuando carretean.  Weón, ¿Por qué?  Ni que fueran vampiros.  Pobres weones.  Pero lo mejor, y mu
y tradicional en Viña, es cuando pasas por el McDonald’s de Reñaca y ves cómo están todos los pendejos “topeando”, cagados de calor, y miran feo a todos los weones que pasan por ahí.  Lo peor es que ni siquiera van a la playa, se quedan ahí todo el día, y ni siquiera comen McDonald’s.  Esos weones son miembros de la “ghetto” más rara que conozco.

                Y tanto que se llena Viña, que todo viñamarino quiere dejar bien parada su ciudad.  Entonces todos esos weones que nunca han trotado o levantado una pesa en su vida, parten aplicando la famosa dieta de “Un Verano sin Polera”.  De Mayo a Octubre está bien tirarse las weas y parecerse a Homero Simpson.  Pero si en Noviembre ya no estás inscrito en un gimnasio y no vas al centro a comprar poleras sin manga, estay cagado.  Yo tengo mi guatita regalona, la cual ha crecido por la experiencia y tiene sabiduría, no me da vergüenza andar sin polera por la playa, porque tampoco soy una vaca, hago deporte todas las semanas, pero hay weones que van a la playa con Shorts de Jeans y camisas.  Weón, eres gordo, se feliz.  No hay gordo pesado, porque si eres gordo y pesado, estay cagado, aparte de nunca pololear, tampoco tendrás amigos.  High Five, gordo.  Somos pocos pero locos, nos comemos hasta los mocos.

                Pero bueno, así es Viña.  Mi Viña del Mar.  Donde he vivido casi toda mi vida, y ahora tengo la suerte de haber encontrado trabajo acá.  Saludos a la gente de la agencia.  Soy un weón con suerte.  He zafado de Santiago para trabajar, ya que lo hice en PUQ y ahora en Viña, dos de las mejores ciudades de Chile.


                Saludos a todos, nos leemos más seguido.